Las autoridades italianas rastrearon a las 133 personas que llegaron a Roma en el vuelo en el que uno de sus pasajeros dio positivo en la cepa ómicron de coronavirus, y deberán someterse a una prueba diagnóstica.
El enfermo, que presenta buenas condiciones de salud, había estado en Mozambique y tras dar positivo y secuenciar el genoma, el Instituto Superior de Sanidad italiano (ISS) anunció que es el primer caso "atribuible" a la cepa ómicron notificado en el país.
Ahora la región del Lacio se está encargando de rastrar a las personas que llegaron con él en un vuelo el 11 de noviembre desde Sudáfrica que aterrizado en el aeropuerto romano de Fiumicino, informan los medios locales.
El hombre es un directivo de la petrolera Eni que había pasado en los últimos días por Roma, Caserta (sur), de donde es natural y donde contagió a algunos familiares, y Milán (norte), donde trabaja y se le diagnosticó el positivo, según las fuentes,
El ISS está sometiendo la prueba de esta persona a una nueva confirmación.
Su genoma fue secuenciado en el laboratorio de Microbiología clínica y virología diagnóstica del Hospital Sacco de Milán (norte).
El paciente presenta buenas condiciones de salud, al igual que sus familiares, algunos de los cuales han dado positivo a la prueba del Sars-CoV-2 y ya se ha procedido a secuenciar el genoma.
Por el momento no se han detectado contactos positivos de esta persona con otras de Lombardía.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró esta cepa como una "variante de riesgo" cuyo avance coincidió con un fuerte aumento de las infecciones en Sudáfrica.
Esta nueva variante preocupa por el alto número de mutaciones que presenta y ha llevado a muchos países a suspender los vuelos y conexiones con África austral.
Es el caso de Italia, que ayer viernes prohibió la entrada en el país a quien haya pasado en los últimos 14 días en alguna de las ocho naciones africanas más señaladas en este asunto: Sudáfrica, Lesoto, Botsuana, Zimbabue, Malawi, Mozambique, Namibia y Esuatini (antes Suazilandia).