El anuncio del Gobierno de que regulará el precio de los test de coronavirus ha deparado reacciones de todo tipo. El debate es consecuencia del anuncio de que este mismo jueves se regulará el precio de los test fijando un máximo, aunque aún hay demasiadas incógnitas sobre cómo se hará. Esta decisión se ha anunciado para dar respuesta a la “la preocupación ciudadana" por el incremento del precio de estas pruebas en las últimas semanas, en las que se ha disparado su demanda. De hecho, en días clave de las fiestas era prácticamente misión imposible encontrar alguno.
Una vez garantizado el suministro, ahora el Ejecutivo va a establecer precios máximos como ya hizo con otros productos sanitarios como las mascarillas o el hidrogel.
La oposición acusa al Ejecutivo de hacer las cosas “tarde y mal”, al considerar que la pandemia asola el país hace ya demasiado tiempo como para que hasta ahora no se haya pensado en regular el precio de estos dispositivos. Se vuelve a repetir la historia que con el precio de las mascarillas, también regulado muchos meses después de ser un elemento indispensable en la vida de los ciudadanos.
El Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha aplaudido la regulación del precio de los test de autodiagnóstico de antígenos, con la que se acabará con los aumentos "excesivos" del coste y las tensiones en el mercado de los que estos profesionales también han sido "víctimas". Creen que se trata de una decisión que "contribuirá a poner fin a una situación que hemos denunciado reiteradamente y de la que los farmacéuticos hemos sido víctimas, al producirse aumentos excesivos de precio y tensiones en el mercado originadas por actores ajenos al canal farmacéutico".
Por último, las grandes superficies han manifestado su deseo de vender este tipo de pruebas, algo que ya ocurre en muchos países. Según ellos, romper el monopolio de venta que ahora tienen las farmacias haría que los precios cayesen sin necesidad de regular nada. Justamente ese precio es el centro de la polémica, al llegar en España a alcanzar un 270% más que en otros países europeos dada su escasez y alta demanda.
Añaden estas empresas que, de haberles permitido su venta antes, no se habrían colapsado las ventas en farmacias, con colas de personas esperando hacerse con una prueba que no siempre podían conseguir.
Así las cosas, las grandes superficies presionan para que ese permiso se les conceda, pero nada se sabe sobre ello aún.
De momento, el Gobierno no desvela su posición sobre permitir la venta a otros establecimientos más allá de las farmacias, pero este mismo miércoles podría haber una respuesta, justo cuando la ministra de Sanidad, Carolina Darias, comparezca para dar más detalles sobre los acuerdos alcanzados.
