Maestros y maestras de Religión se han concentrado este miércoles ante la Subdelegación del Gobierno en Cádiz para denunciar la situación insostenible que padecen, al tratarse de un personal que no fue transferido en su día a la Administración autonómica y que sigue dependiendo de la Administración central (Ministerio de Educación), lo que provoca disfunciones y hace que sus condiciones laborales no estén equiparadas a las del profesorado de Religión de Secundaria, que sí fue transferido a la Junta en su día.
Con esta concentración convocada por CSIF, que se ha repetido en todas las capitales de la comunidad andaluza, se pretende presionar a las administraciones para que los más de 300 maestros de Religión que hay en la provincia (más de 2.000 en Andalucía) pasen a depender de la Junta de Andalucía. CSIF advierte de que, caso de no observar ningún avance al respecto, intensificará sus movilizaciones en la calle y no descarta otro tipo de actuaciones.
El sindicato recuerda que cuando se produjeron las transferencias educativas desde el Gobierno central a la Administración autonómica, hace ya casi 40 años, se transfirió a todo el personal de Educación excepto a los maestros de Religión de Educación Primaria. “Esta situación absolutamente irregular, como el propio Gobierno la ha calificado en más de una ocasión, sigue arrastrándose después de varias décadas, y la siguen sufriendo estos profesionales de la educación andaluza que trabajan en centros de la Consejería de Educación pero dependen del Ministerio de Educación”, explica el sector de Educación de CSIF.
Este colectivo no tiene los mismos permisos y licencias que sus compañeros y compañeras de Secundaria, que sí fueron transferidos a la comunidad autónoma junto con el resto del personal educativo, ni tampoco pueden acogerse a reducciones por ser mayores de 55 años, ni se les reconocen sus sexenios por vía administrativa, ni son considerados personal del centro en algunos planes y programas educativos, así como tampoco les son reconocidas otras tareas o funciones docentes que les serían aplicables como miembros del claustro.
Esta situación claramente discriminatoria se ve agravada con el acuerdo alcanzado entre la Consejería y los sindicatos sobre el Convenio Colectivo del Profesorado de Religión (de Educación Secundaria), que no podrá ser de aplicación a los maestros y maestras de Primaria hasta que no sean transferidos.
CSIF recuerda que ha reclamado insistentemente dichas transferencias, pero sólo ha obtenido la callada por respuesta, tanto por parte del Ministerio como por parte de la Junta.