Las autoridades de Leópolis han informado de que tres nuevas explosiones se han escuchado en las proximidades de la ciudad, horas después de un ataque con misiles que causó cinco heridos.
El jefe de la administración militar de la provincia de Leópolis, Maksym Kozytsky, confirmó este segundo ataque aunque no ofreció más detalles sobre la localización exacta, e instó a la población a permanecer en los refugios.
Leópolis, considerada la capital del occidente del país, se ubica a unos 80 kilómetros de la frontera con Polonia y acoge gran parte del flujo de refugiados que intentan salir del país.
Este segundo ataque se produjo a las 18.55 hora local (16.55 GMT), después de un primer ataque con al menos dos misiles a las 16.30 hora local.
"Como resultado del bombardeo, una de las instalaciones industriales de almacenamiento de combustible se quemó. Los edificios residenciales próximos no quedaron dañados", informó el alcalde, Andryi Sadoviy, sobre las consecuencias del primer ataque, que dejó también cinco heridos.
Las primeras detonaciones se produjeron al noreste del ciudad, según el portal ucraniano Ukrinform, aunque las autoridades rehúsan dar detalles más precisos sobre la localización exacta del ataque por motivos de seguridad.
Ante el riesgo de un nuevo ataque, que finalmente sí se ha producido, las autoridades locales, tanto civiles como militares, insistieron a la población en la necesidad de que permanecieran en los refugios
Según la autoridad militar de la provincia de Leópolis, el primer ataque procedió de la ciudad de Kryvyi Rih, en el sureste del país donde se concentran gran parte de los combates de la guerra contra Rusia.
Las autoridades también han pedido a la población no compartir en las redes sociales vídeos o fotos de lo ocurrido, junto con el mensaje: "recuerda que la inteligencia rusa recibe el 90 % de su información de las redes sociales".
En poco más de un mes de guerra, Leópolis ha permanecido alejada de la guerra, aunque ha recibido otros dos ataques: un misil contra una base militar en las afueras donde entrenaban combatientes extranjeros, que causó 35 muertos; y otro días después contra el aeropuerto de la ciudad, sin causar víctimas.