El líder de la autoproclamada república separatista de Lugansk, Leonid Paschenik, dijo hoy que en un "futuro cercano" puede celebrarse un referéndum sobre la integración de este territorio prorruso a Rusia, según recoge la agencia oficial TASS.
"Creo que en el futuro cercano se celebrará un referéndum en el territorio de la república, en el que las personas ejercerán su derecho constitucional absoluto y expresarán su opinión sobre si quieren unirse a la Federación Rusa", dijo a la prensa.
"Por alguna razón estoy seguro de que eso es lo que exactamente sucederá", añadió.
El presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció el 21 de febrero la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk.
Tres días después lanzó una ofensiva militar para "desnazificar" y "desmilitarizar" Ucrania y con el argumento de que el Ejército ucraniano comente un "genocidio" de la población prorrusa en el Donbás, a la que ha repartido más de 700.000 pasaportes rusos en los últimos años.
El objetivo declarado de Putin, puesto en duda por el Gobierno de Kiev y Occidente a la vista del escenario bélico en varios frentes, no solo en el este ucraniano, es la "liberación completa" del Donbás, donde se enfrentan desde 2014 las fuerzas milicianas prorrusas y el Ejército Ejército ucraniano.
En las negociaciones que se llevan a cabo entre Rusia y Ucrania para un alto el fuego, el Kremlin exige el reconocimiento de la independencia de Lugansk y Donetsk por parte de Ucrania y de la pertenencia de la península ucraniana de Crimea a Rusia.
Kiev se niega a aceptar estas condiciones y por el contrario exige la devolución de los territorios temporalmente ocupados de Crimea y en parte del Donbás.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha insistido en que la integridad territorial del país es inamovible.
Rusia se anexionó Crimea hace ocho años.
Con la presencia de militares rusos, los crimeos celebraron el 16 de marzo de 2014 un referéndum en el que apoyaron mayoritariamente la incorporación del territorio a Rusia.
La República de Crimea proclamó al día siguiente su independencia y se dirigió al Kremlin con una petición de adhesión, que Putin anunció públicamente el 18 de marzo, decisión condenada unánimemente por la comunidad internacional.