Pedro Almodóvar ha expresado hoy su "absoluto rechazo" al acto de violencia de Will Smith en los Óscar y a su discurso posterior, que define como "fundamentalista": "No se defiende ni protege a la familia a base de hostias, y no, el demonio no se aprovecha de los momentos culminantes para hacer de las suyas".
En una crónica en primera persona publicada hoy en elDiario.es, Almodóvar relata que él estaba a escasos cuatro metros de donde ocurrió el polémico ataque de Smith al humorista Chris Rock: "En los planos generales picados yo soy la cabecita blanca que se ve en la foto", remarca.
"Yo estaba muy cerca de los protagonistas y me produce una sensación de absoluto rechazo lo que vi y lo que oí", afirma sobre el incidente desencadenado por un chiste sobre la alopecia de la mujer de Smith, y sobre sus justificaciones cuando recogió el premio a mejor actor.
En un discurso "que más bien parecía el de un predicador", según el director manchego, Smith, entre lágrimas, afirmó: "Denzel Washington me avisó: en el momento más alto es cuando el demonio va a por ti".
"El demonio, de hecho, no existe", zanja hoy Almodóvar sobre "un discurso fundamentalista que no debimos escuchar ni ver. Y añade que "algunos agradecen que fue el único momento real de la ceremonia, se refieren a ese monstruo sin cara que son las redes sociales".
"Para ellos, ávidos de carroña, fue sin duda el gran momento de la noche", subraya Almodóvar, que dice negarse a que "ese episodio marque la gala y sea el protagonista de una ceremonia donde ocurrieron muchas más cosas y de mucho mayor interés".
Entre otras cosas, recuerda que ganó el óscar a Mejor Película Extranjera "Drive My Car", que para él es "sin discusión la mejor película del año" y también el documental "Summer of Soul", su favorito.
Además, remarca cómo aprovechó su viaje a Los Ángeles para encontrarse con algunos actores "pensando en el casting de la película de Cate Blanchett basada en cinco relatos de Lucia Berlin (extraídos de su "biblia" "Manual para mujeres de la limpieza").