Nueve personas han sido detenidas por la Policía Nacional acusadas de cometer 20 robos en iglesias, y alguna residencia de mayores, de Almería, Granada, Murcia y Alicante, donde se hacían con la recaudación de los cepillos y con joyas litúrgicas y de las que adornan las imágenes religiosas, ha informado este lunes la Policía.
Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, dos de los detenidos han sido encarcelados por orden del titular del juzgado de instrucción número 8 de Murcia, en funciones de guardia, quien decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza tras tomarles declaración el pasado viernes.
Los robos comenzaron a principios de enero en localidades cercanas a sus domicilios y poco a poco fueron ampliando su área de actuación hasta llegar a Alicante, Almería y Granada.
Los detenidos estudiaban el nivel de seguridad de las parroquias y las asaltaban de madrugada, y formaban un grupo especializado en el que cada uno de sus miembros ejercía una tarea específica en función de sus capacidades físicas o conocimientos.
Así, por ejemplo, los más jóvenes de la banda eran los que entraban por las ventanas de las iglesias al ser más ágiles y delgados, y otros eran los encargados de peritar las joyas y llevarlas a casas de empeño.
La Policía comenzó a realizar gestiones en diferentes establecimientos de compraventa de joyas y se entrevistó con párrocos y hermanos mayores de cofradías para el reconocimiento de anillos, pendientes y otro tipo de alhajas sustraídas en las iglesias.
El dinero sustraído lo gastaban en casas de apuestas y fiestas, y hasta se dio el caso de uno de los principales implicados de la trama que se alojó con su novia durante más de una semana en un hotel de cuatro estrellas de Murcia y gastó 10.000 euros allí.
En total, la Policía atribuye a este grupo la autoría de una veintena de robos en templos de las citadas cuatro provincias.
Según el TSJ, para el encarcelamiento de dos de los nueve acusados el magistrado instructor ha tenido en cuenta que “los indicios de criminalidad derivan no solo de sus propias declaraciones, sino de las de otros implicados que vienen apoyadas por datos objetivos como las ventas de joyas en establecimientos de empeño de Murcia”.
“Los investigados además llevarían un ritmo de gasto que no se corresponde con su capacidad económica”, como acudir a salones de juego o alojarse en un hotel de lujo, añade el magistrado, quien entiende que "concurren los presupuestos para decretar la prisión provisión por cuanto nos encontramos con dos personas bastante jóvenes sin arraigo de tipo alguno”, lo que hace posible su fuga, “cumpliéndose alguna otra función como evitar la reiteración de hechos similares ya que en algo más de cinco meses se han asaltado muchas parroquias”.