El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez Fernández, acompañado del Hermano Mayor de la Cofradía de Nuestra Señora Virgen de los Dolores de Almuñécar, Rafael Manzano Morales fueron los encargados de descubrir la placa inaugural de la Casa Hermandad de ésta cofradía que se ubica en la sexitana plaza de la Victoria.
El acto contó con la presencia del Cura Párroco, Vicente Guerrero, una representación municipal, encabezada por la teniente de alcalde, Beatriz González y, por supuesto del mundo cofrade de la localidad almuñequera que fueron testigos de la bendición, tras la apertura de puerta principal, de un proyecto que se ha hecho realidad tras casi 30 años desde inicio, tal y como recordó el Hermano Mayor en su intervención.
Rafael Manzano Morales, tras sus palabras de bienvenida a las autoridades eclesiásticas, municipales, civiles, militares, mundo cofrade y vecinos sexitanos, quiso recordar a todos los hermanos mayores que le habían precedido y colaborado para hacer realidad este proyecto. En este sentido, desde Rafael Banderas, que fue el primer hermano fundador de la Cofradía, pasando por Antonio Díaz Aragón, José Jiménez Martín, Miguel Reinoso, Antonio Portillo Santaella, así como él mismo, después de casi 5 años al frente de la misma. Entre todos colaboraron y pusieron su granito de arena para hacerla realidad.
La teniente de alcalde, Beatriz González, tras la felicitación, destacó la importancia que supone la nueva Casa Hermandad “como referente del mundo cofrade de Almuñécar, no solamente para la propia Cofradía, sino para todos los vecinos. Esto ha sido un sueño hecho realidad y que continuará, porque que supone un impulso de la sociedad almuñequera a sus tradiciones y que este caso tiene como referente a la Virgen”.
El cura párroco, Vicente Guerrero, recordó el proyecto de la Casa de Hermandad desde que llegó a la parroquia de Almuñécar y que se hace realidad por fin. El párroco destacó el papel que realizan las cofradías locales durante los 365 días del año, primero para su estación de penitencia durante la Semana Santa, pero también para ser motor de evangelización en la localidad. Que este proyecto sirva para que nuestro pueblo sea un poquito más cristiano, más hermano y que tenga muy presente a su Madre y a su Hijo, que siempre cuida de nosotros”, dijo antes de desearle lo mejor a la Cofradía y Casa de Hermandad.
El arzobispo Francisco Javier Martínez, después de las palabras de rigor en este tipo de actos terminó pidiendo a la Virgen de los Dolores la protección de los cofrades que trabajen, preparen la salida procesional o vuelvan tras la estación de penitencia a la Casa Hermandad.
Casa Hermandad
La Casa Hermandad de la Cofradía Virgen de los Dolores se levanta sobre un solar de unos 70 metros cuadrados que ocupaba una vieja vivienda que fue adquirida a la familia Carbonell. La tramitación administrativa fue larga y compleja al estar situada en el casco antiguo. Esto hizo que requiriera permisos de Cultura y excavaciones arqueológicas. En este sentido el proyecto requirió también un pilotaje del perímetro para levantarse sobre cuatro pilares, tal y como explicó el arquitecto Antonio Redondo, que ha concluido el proyecto que en su día hizo María Ángeles Vasco, en 2003 aunque la licencia no llegó hasta 2008.