La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, invitó al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, a Roma y reafirmó el apoyo del Gobierno italiano en el ámbito "político, militar, económico y humanitario" a Ucrania, durante una conversación telefónica mantenida este martes.
Según una nota difundida por Palazzo Chigi, la sede del Ejecutivo italiano, Meloni también trasladó su intención de visitar Kiev a inicios del año que viene, algo que ya avanzó la semana pasada aunque sin concretar la fecha del viaje.
Se desconocen detalles de la llamada, más allá de que la primera ministra italiana aseguró que su país pondrá "el máximo empeño" para llegar a una "paz justa" para Ucrania.
También prometió que Italia colaborará en la reconstrucción del país.
Se trata del segundo contacto telefónico que Meloni mantiene con Zelensky. En la primera llamada, el pasado 28 de octubre, la líder mostró su "pleno apoyo" a Kiev "en el marco de las alianzas internacionales".
La líder del ultraderechista Hermanos de Italia (FdI), que encabeza la coalición de derechas italiana formada también por la ultraderechista Liga, de Matteo Salvini, y la conservadora Forza Italia, de Silvio Berlusconi, lleva un tiempo tratando de tranquilizar a sus socios internacionales en sus últimas declaraciones, en las que ha mostrado un talante atlantista y europeísta, aunque sin escatimar críticas a las Unión Europea.
En su discurso de investidura ante la Cámara de Diputados, en el que desgranó su programa de gobierno para los próximos 5 años, reiteró que italia seguirá siendo un socio leal de la OTAN y, citando al "valiente pueblo ucraniano", confirmó que se respetarán los compromisos internacionales para ayudarlo a defenderse del "chantaje de (presidente ruso, Vladimir) Putin".
De hecho, una de sus primeras medidas fue prorrogar el envío de armas a Ucrania durante todo 2023 con el apoyo del Parlamento italiano.
Y respecto a la UE, dijo que sabe que hay "curiosidad" sobre la actitud que tendrá el Gobierno hacia la UE, que "no siempre ha estado preparada", pero aseguró que no quiere sabotearla "sino hacerla más eficaz en la respuesta a las crisis" con propuestas constructivas.