Varias regiones chinas anunciaron que la oleada de contagios de covid ha llegado a su pico en provincias como Henan (centro), Jiangsu (este), Zhejiang (sureste), Cantón (sur), Sichuan (oeste) o Hainan (sur), recoge hoy la prensa local.
Mientras, en Pekín, su alcalde señaló durante una entrevista con la televisión estatal CCTV que la capital ha superado el pico de infecciones y que se ha logrado "una nueva inmunidad", si bien reconoció que la ciudad aún enfrenta "una tarea difícil en el tratamiento de casos graves".
Funcionarios de otras ciudades como Chongqing, en el centro, aseguraron que la cantidad de ingresos en los hospitales por covid "se redujo drásticamente después del 20 de diciembre", y que el municipio superó el pico de contagios entre el 12 y el 23 de ese mes, recoge este martes el periódico oficialista Global Times.
No obstante, los expertos chinos prevén que el virus golpee a las zonas rurales durante las fiestas de Año Nuevo lunar, la mayor migración anual del mundo y que este año se celebrará entre los próximos 21 y 27 de enero.
Habitualmente, muchos trabajadores migrantes vuelven a sus lugares de origen para pasar las fiestas con sus familiares, lo que causará que "la propagación de la epidemia se acelere", según los científicos.
Este sábado comenzó a nivel oficial la temporada de viajes con motivo del Año Nuevo lunar con un aumento del número de desplazamientos, que se han facilitado desde que las autoridades desmontaron la política de 'cero covid' el pasado diciembre.
El número de viajes alcanzó ese día los 34,7 millones, cifra que representa un crecimiento del 38,9 % con respecto al día equivalente de 2022.
A mediados de diciembre, el Consejo de Estado (Ejecutivo) ya pidió a los gobiernos locales que diesen prioridad a los servicios de salud en las zonas rurales "para proteger a la población", señalando "su relativa escasez de recursos de atención médica" y la alta movilidad durante las vacaciones.
La rápida propagación del virus por el país ha sembrado dudas sobre la fiabilidad de las cifras oficiales, que solo han informado de un puñado de fallecimientos recientes por la enfermedad pese a que localidades y provincias han calculado que una proporción significativa de sus poblaciones -en algunos casos, hasta un 90 %- se ha contagiado.
Este domingo, la covid dejó de ser gestionada en China como una enfermedad de categoría A -nivel de máximo peligro y para cuya contención se exigen las medidas más severas- para convertirse en una de categoría B, que contempla un control más laxo, marcando así en la práctica el fin de la política de 'cero covid', retirada por las autoridades después de que se produjesen protestas.