Hay que valorar el esfuerzo de Bruno García, por fortalecer las relaciones entre los municipios de la Bahía. Tras reunirse con la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, este jueves lo hizo con la de Puerto Real, Aurora Salvador, en el Ayuntamiento de Cádiz por espacio de una hora.
Al término del encuentro, ambos comparecieron ante los medios para destacar la cordialidad de la conversación mantenida sobre “las muchas cosas que nos unen”. Entre ellas, cuestiones de movilidad, más allá de los dos puentes, se refirieron al Trambahía y la bicicleta y, en materia de cultura, a la apertura de líneas de colaboración. Pero no concretaron ni una cosa ni la otra, pasando de puntillas por las líneas del nuevo medio de transporte o qué acción llevarán a cabo para la pasarela ciclopeatonal en el Carranza, asuntos pendientes, y sin explicar si habrá estrategia conjunta en, por ejemplo, puesta en valor de los sitios vinculados al Doce.
También hablaron de trabajo. “Somos una de las provincias con más paro y la mejor manera que tenemos los alcaldes y los ayuntamientos es colaborar para fomentar la creación de empleo aunque no sea de nuestra competencia”, apuntó Salvador. García indicó, por su parte, que se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de colaboración entre ambas ciudades para fomentar la formación en el sector aeronáutico y naval teniendo en cuenta la presencia de empresas en la Bahía como Navantia y de la empresa auxiliar.
Pero, en el turno de preguntas, la sintonía no fue total. Con todo respeto en la expresión de sus puntos de vista, pero sin sintonía.
Con Valcárcel, la alcaldesa de Puerto Real dejó claro que quiere que la Facultad de Ciencias de la Educación se quede donde está, en su localidad. Bruno García reivindicó, no obstante, la rehabilitación del antiguo hospicio y su uso universitario. Ambos dejaron a la comunidad educativa la última palabra, aprovechando que los candidatos al Rectorado se la han puesto botando al comprometerse ambos, María Mosquera y Casimiro Mantell, en consultar.
Más incómodo se le vio a Bruno García con el proyecto del Cádiz en los antiguos terrenos de Delphi. Salvador reiteró su rechazo a la iniciativa y reclamó industria “de toda la vida”, a la que se habían referido precisamente antes, con Navantia como punta de lanza. El alcalde de la capital gaditana eludió entrar en la polémica porque una cosa es defender el concepto de Bahía y otra, según dijo, inmiscuirse en un asunto de otro municipio.
Es curiosa, no obstante, la neutralidad institucional que mantiene el alcalde. El martes por la tarde, durante la presentación de los Presupuestos de la Junta de Andalucía, el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, manifestó su deseo de que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) y el Cádiz lleguen a un acuerdo para que no se expropie el terreno y se compatibilice el uso deportivo y tecnológico y portuario.
Habrá que afinar la pregunta para saber si el alcalde considera que el proyecto tal y como está planteado es bueno o no para fortalecer el concepto de Bahía.
