Granada implantará en abril de 2025 su ZBE, que la blinda de coches de fuera contaminantes

El Ayuntamiento de Granada implantará de forma definitiva, a partir del 1 de abril de 2025, su propuesta de Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que prohíbe, bajo sanción, la circulación en la capital de vehículos que no estén censados en la ciudad y que sean altamente contaminantes por su antigüedad y características.

Según ha dado a conocer este miércoles la alcaldesa, Marifrán Carazo (PP), la propuesta, que se implantará en pruebas desde el 1 de octubre de este año, protege a los residentes de Granada capital y a la actividad económica y comercial ya que exime a los vehículos de carga y descarga, al transporte escolar y al discrecional de viajeros, entre quienes no obstante se adoptarán medidas dirigidas a la sensibilización medioambiental.

La propuesta afecta en concreto a los vehículos, motos y ciclomotores sin etiqueta ambiental que no estén censados en Granada y que sean anteriores al 2001, en el caso de los de gasolina, y al 2006, en el caso de los de diésel.

La medida va dirigida contra ellos porque, según un estudio llevado a cabo por el Ayuntamiento, el 70 % del flujo de tráfico en la ciudad corresponde a vehículos registrados y procedentes de municipios del área metropolitana. Además, el 13,56 % de los pasos perimetrales son de coches sin etiqueta.

Eso se traduce en la circulación a diario en Granada de unos 6.700 vehículos de media que no tiene etiqueta y no están censados en la capital.

Para ellos, habrá aparcamientos de borde o de acceso a la ciudad: a los que ya existen en la periferia se sumarán otros disuasorios que serán intermodales para que el usuario pueda conectar con el Metro o el transporte metropolitano.

Se trata de más de 6.500 plazas donde le será posible aparcar a cualquier vehículo, aunque no sea residente y no tenga etiqueta ambiental.

La propuesta, que requerirá para su implantación de la modificación de cinco ordenanzas municipales, se acompañará de otras medidas transversales de movilidad como la ampliación de plataformas reservadas, intercambiadores y carriles ciclopeatonales.

A ella se sumará la peatonalización de algunas zonas, la mejora de la conectividad con el transporte metropolitano, el aumento de las frecuencias del Metro y su futura ampliación, ya en ejecución, y la extensión de la red de aparcamientos en origen (es decir, en municipios del área metropolitana).

Para los vehículos de carga y descarga, que quedan fuera de las restricciones, el Ayuntamiento trabaja en medidas adicionales relacionadas con la limitación del tiempo de la carga y descarga, con incentivos como la reserva de plazas para coches con etiqueta Cero o Eco y con la monitorización de plazas libres, entre otras.

La premisa de la que parte esta propuesta de ZBE es la delicada situación del a calidad del aire de Granada, lo que obliga, ha dicho Carazo, a tomar medidas para cumplir Ley de Calidad Ambiental. El Ayuntamiento prevé con ella reducir un 9,4 % el tráfico altamente contaminante que entra en la ciudad y de no residentes.

En 2028 se llevará a cabo una evaluación de la situación para estudiar si son necesarias nuevas medidas.

La implantación de la Zona de Bajas Emisiones contempla un primer periodo informativo, con un tiempo a modo de prueba, de octubre de 2024 a 31 de marzo de 2025, con cámaras funcionando, pero sin sanciones, si bien a partir del 1 de abril de 2025, los conductores con vehículos registrados fuera de la ciudad de Granada con coches sin distintivo ya no podrán acceder al área afectada por la medida.

De forma paralela, el Ayuntamiento, en colaboración con la Universidad de Granada, llevará a cabo dos estudios: una encuesta a la población sobre la aceptación social de la ZBE y una investigación para conocer el impacto socioeconómico de su implantación.