La radio pública israelí precisó que los puntos más grandes han sido sofocados y que las dotaciones de bomberos e hidroaviones trabajan mitigando pequeños núcleos y rociando zonas aún humeantes, incluido el subsuelo, para evitar que los rescoldos vuelvan a arder.
El fuego ha causado 41 muertos y obligado a evacuar de sus hogares a 17.000 personas, según datos de la Policía.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó hoy la suspensión de la llegada de nuevas misiones internacionales para sumarse a las labores de extinción.
Este dato puede ser considerado como otra señal de que el incendio que se inició hace cuatro días en el bíblico Monte Carmelo de se está extinguiendo.