Las amenazas lanzadas la víspera por Pyongyang no evitaron que militares surcoreanos comenzasen cinco días de ejercicios navales en 29 lugares de las tres costas del país, incluida un área pequeña del Mar Amarillo, donde el pasado 23 de noviembre se produjo el ataque norcoreano contra la isla de Yeonpyeong que causó cuatro muertos.
Esa isla, no obstante, ha sido excluida de los ejercicios de artillería para garantizar la seguridad de sus residentes debido a que se encuentra a solo trece kilómetros de la costa norcoreana.
Aquel ataque, sin precedentes desde el final de la Guerra de Corea en 1953, se produjo cuando en la zona fuerzas de Corea del Sur desarrollaban maniobras militares, consideradas una provocación por el régimen comunista norcoreano.
Corea del Norte avisó a Seúl y Washington en contra de nuevos ejercicios conjuntos en el Mar Amarillo, donde se encuentra la conflictiva frontera intercoreana, y les advirtió de “posibles consecuencias de sus provocaciones militares”.
El pasado miércoles, Corea del Sur y EEUU concluyeron otros cuatro días de maniobras navales en las inmediaciones de esa frontera intercoreana con un gran despliegue militar y la participación del portaaviones nuclear George Washington.