El tiempo en: Granada
Sábado 28/12/2024
 

Matrícula de deshonor

Kilos de más... o de menos

Es una mala costumbre universal que al encontrarnos con amigos que no solemos ver muy a menudos saquemos a relucir esos kilos de más o menos

Publicado: 12/12/2024 ·
12:27
· Actualizado: 12/12/2024 · 12:27
  • Kilos de más, o de menos. -
Autor

Federico Pérez

Federico Pérez vuelca su vida en luchar contra la drogadicción en la asociación Arrabales, editar libros a través de Pábilo y mil cosas

Matrícula de deshonor

Un cajón de sastre en el que hay cabida para todo, reflexiones sobre la sociedad, sobre los problemas de Huelva, sobre el carnaval...

VISITAR BLOG

Es una mala costumbre universal que al encontrarnos con amigos que no solemos ver muy a menudos saquemos a relucir esos kilos de más o menos que se suelen coger o perder por el paso de los años, dejadez o cualquier otra circunstancia que se desconoce en primera instancia. Reconozco que dichas expresiones suelen ser inofensivas y no van más allá de la expresión, pero que, si es el caso, como me ocurre a mí, que me he dejado ir y he pillado “unos muchos” kilos de más, pues me dejan con ganas de no verlos más y con esa frustración agónica que ni la he pedido ni era necesaria.

En general, los amigos, o no tan amigos, suelen utilizar este tipo de comentarios para llenar vacíos en la comunicación y evitar silencios incómodos, al ser un tema fácil de abordar, sin tener en cuenta el daño que se puede llegar a generar. En nuestra sociedad, el aspecto físico se encuentra muy ligado a la percepción que nos han implantado de perfección, de patrones físicos definidos que interiorizamos desde que tenemos uso de razón, dándole a la salud un papel secundario en este universo que han instituido y al que seguimos proporcionándole una importancia excesiva.

Particularmente, me toca las narices que mis kilos sean motivo de observación y comentarios, creado comparativas absurdas con otros yo de mi pasado o con esos estándares estructurados que tenemos que imitar, aunque nos vaya la vida en ello. Pues sí, estoy más gordo, inmenso, descomunal, tremendamente ancho y me salgo del propio “pellejo”, pero tengo mis propios espejos en casa, y una familia que me quiere, y que si así lo considera, ya me hará las pertinentes puntualizaciones sobre mi sobrepeso, mis entradas en el cuero cabelludo o las arrugas que empiezan a adornar mi piel.

Es hora de cambiar el guión, de restablecer esos valores y buscar otras alternativas más recurrentes y no seguirles el juego a las grandes marcas y multinacionales que nos minan la moral para sacar beneficios económicos. Mi opción siempre será: “Qué tal, amigo, me alegro mucho de verte”. Todo aquello que incida en el físico, sobra, y si no queda otra opción, miente como un bellaco, la honestidad en estos terrenos está sobrevalorada.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN