Rubalcaba ha hecho estas declaraciones en un emotivo acto electoral celebrado en San Sebastián, el primero desde que ETA anunció el final de su actividad terrorista y en el que ha estado acompañado por el lehendakari, Patxi López, el presidente del PSE/EE, Jesus Eguiguren, el candidato al Congreso Odón Elorza y numerosos dirigentes socialistas.
Dos ministros vascos, Cristina Garmendia y Ramón Jauregui, y prácticamente todos los consejeros del Gobierno Vasco han arropado a víctimas del terrorismo que sobrevivieron, como Eduardo Madina, José Ramón Recalde, Esther Cabezudo o Iñaki Dubreuil, y también a los familiares de los asesinados, viudas e hijos de cargos públicos como Juan Priede, Froilán Elespe, Isaías Carrasco o Enrique Casas, entre otros.
El candidato ha agradecido su labor a los socialistas vascos durante 40 años de persecución por parte de ETA, al tiempo que ha atribuido al "pueblo vasco" la "victoria" sobre el terrorismo.
El exministro ha asegurado que el Gobierno "no ha perseguido a las ideas en Euskadi", sino que ha actuado contra "terroristas" y contra los que "apoyaban a los terroristas".
"A los terroristas se les persigue con las armas del Estado de Derecho y a los independentistas radicales se les hace frente con las armas de la democracia, con el debate, las razones y las convicciones. Ésa es ahora nuestra batalla".
Ha recordado que en su día emplazó a la izquierda abertzale a elegir entre "bombas o votos" y ha proclamado: "Ahora les hemos quitado las bombas, ya partir de ahora tenemos que quitarles los votos con la fuerza de la democracia".
Se ha dirigido a las viudas presentes en la sala y les ha reconocido que la derrota del terrorismo ha llegado tarde para ellas: "Nuestro sentimiento está con las víctimas que fueron, pero tenemos que pensar en las víctimas que no lo serán, en los policías, los ertzainas, empresarios, concejales, trabajadores, los que no lo serán, eso nos ilumina el corazón y nos da esperanza".
Rubalcaba únicamente ha empleado la última parte de su discurso para lanzar un mensaje puramente electoral, al defender que los socialistas garantizarán las prestaciones y los servicios públicos, que a su juicio peligran si el PP vence en las elecciones generales del próximo 20 de noviembre.
Al candidato le ha precedido en la palabra el lehendakari y líder de los socialistas vascos, Patxi López, quien, muy emocionado -las lágrimas han interrumpido su discurso en varias ocasiones- ha aprovechado para proclamar la unidad de los socialistas, momento en el que se ha dirigido directamente a un Jesús Eguiguren a quien los militantes que abarrotaban el Kursaal han dedicado una de las más largas ovaciones del mitin.
"Hoy somos todos hermanos y eso nadie lo va a quebrar", ha sentenciado López.
También ha reivindicado el papel del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, del que ha dicho que "entendió desde el primer momento lo que necesitaba Euskadi y se implicó y arriesgó como nadie".
"Gran parte de la esperanza que ahora tenemos se la debemos a él, un presidente valiente que siempre ha estado a la altura de las circunstancias", ha resaltado López.
El lehendakari ha recordado a las víctimas y ha resaltado el coraje con el que los socialistas vascos han resistido y luchado contra el terrorismo, al afirmar que siente "orgullo" por la militancia de su partido.
El líder de los socialistas vascos ha advertido de que los demócratas "no le deben nada a ETA y nada le van a pagar, ni a ellos ni a los que hasta hace dos días han dado su apoyo a los postulados totalitarios que eran el soporte de ETA, a esos mucho menos".
No obstante, ha prometido "inteligencia y generosidad" en la tarea de "recuperar para la democracia a las personas que hasta ahora la atacaban".