Así se han expresado los dirigentes de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) durante la concentración que han convocado frente a la sede principal del Gobierno Vasco, a la que se han sumado representantes de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO), la Unión de Guardias Civiles (UGC), la Asociación de Suboficiales de la Guardia civil (ASS) y los sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía SUP, CEP y SPP.
También se han adherido a la protesta organizaciones como el Movimiento contra la Intolerancia o el Foro de Ermua, el sindicato UGT, la Asociación Española de Escoltas y la Asociación de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo, entre otras.
Asimismo ha participado María Jesús González, quien al igual que su hija, Irene Villa, resultó herida en un atentado de ETA en Madrid en 1991.
A María Jesús González le amputaron una pierna y un brazo tras el atentado y su hija perdió las dos piernas.
Durante la concentración, presidida por una gran pancarta en la que se leía "En la verdadera paz no hay sitio para el odio. AUGC con los guardias civiles y sus familias", estos colectivos han denunciado el "abandono institucional" que padecen los agentes y sus familias por parte de los gobiernos central y vasco ante el acoso de Bildu.
AUGC ha puesto como ejemplo de ese acoso el ocurrido en Oñati (Gipuzkoa), donde, según ha recordado la asociación, miembros de la coalición abertzale han realizado un vídeo en el que se mofan de la guardia civil y piden su marcha del País Vasco.
También ha denunciado que se han "colocado maletas en las puertas" de los acuartelamientos.
El secretario de organización de la AUGC, José Antonio Agudo, ha opinado, en declaraciones a los periodistas, que tras el comunicado de ETA anunciando el cese definitivo de la actividad armada no cree que cambiará la situación de "odio" que sufren los guardias civiles.
Ha lamentado que en el comunicado de ETA no se pida perdón a las víctimas ni se hable de las entrega de armas y ha abogado por que los "asesinos" se entreguen y acaben en la cárcel.
En la misma línea se ha expresado el secretario general de la AUGC, Alberto Moya, quien ha señalado que el camino de la paz "no puede hacerse sin dignidad" y ha dicho que lo que tienen que hacer los terroristas es pagar las indemnizaciones a las víctimas y cumplir sus penas en la cárcel.
También ha pedido a la izquierda abertzale, integrada en la coalición Bildu junto con EA y Alternatiba, que pida perdón a las víctimas.
Durante la protesta, a la que han asistido unas 500 personas, según la AUGC, María Jesús González ha leído un comunicado en el que ha denunciado el maltrato y la humillación que sufre este colectivo "amparado por la dejadez y abandono institucional".
"Para los humillados y acosados, para los guardias civiles no ha habido generosidad, se les reconoce el esfuerzo y la sangre vertida pero se les niegan los derechos constitucionales que Bildu exhibe impúdicamente: libertad para manifestarse, libertad para reunirse, libertad para opinar", ha subrayado González.
Esta víctima del terrorismo también ha criticado que ETA no haya puesto "ni fecha, ni hora ni lugar para entregar las armas" y ha lamentado que "los 829 muertos, casi la mitad compañeros de la guardia civil y del Cuerpo Nacional de Policía, no hayan recibido una palabra de recuerdo, de perdón".
Esta será la última concentración que AUGC convoque antes de la entrada en vigor, el 3 de noviembre, de la ley que restringe a los miembros del instituto armado sus derechos de reunión, manifestación o de libertad de expresión, ha asegurado el sindicato.