La cordialidad se acabó con las prestaciones por desempleo. El ambiente en el Palacio de Congresos de Madrid se tensó conforme avanzó el debate. Hasta entonces, todo había transcurrido con normalidad. Los puntuales candidatos aparecían en el Palacio de Congresos de Madrid, ataviados con una vestimenta similar, traje oscuro y corbata azul. Rajoy, con camisa blanca; Rubalcaba, con camisa también azul. El de Génova llegaba con Carmen Martínez, directora de Comunicación del PP; al de Ferraz lo acompañaba Elena Valenciano, directora de campaña.
Dentro les esperaban cinco asesores más, que tendrían que aguardar en los camerinos, asignados por sorteo. Alrededor de una docena de furgones policiales protegía la entrada principal y los alrededores. Había llegado la hora. Comenzaba el único cara a cara entre los candidatos de los dos partidos mayoritarios, y lo hacía con la esperada foto, la única que ambos dirigentes se han hecho juntos en su vida.
Manuel Campo Vidal, presidente de la Academia de Televisión y moderador de la cita, en medio. Los aspirantes, sonrientes y aparentemente relajados, flanqueándolo. Después de un minuto de reflexión, los candidatos hicieron una exposición que se convirtió en un resumen del mensaje de la precampaña. Rajoy dijo que quiere desarrollar un plan global que ponga "fin" a las "improvisaciones" del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con quien confundió a su interlocutor en más de una ocasión; 'lapsus linguae'.
El modelo 'popular' parte del control del gasto público, por lo que incluye el desarrollo de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. El socialista recurre a Europa e idea contando con ella. Rubalcaba quiere que la Unión retrase los años de ajuste de déficit hasta 2015 y reclama una bajada de tipos del Banco Central Europeo (BCE). Además, mencionó esa "especie de Plan Marshall" de la que ya había hablado Valenciano. A nivel nacional, el ex ministro del Interior quiere convertir al Instituto de Crédito Oficial (ICO) en un instituto financiero, para "abrir el grifo de crédito".
El de Ferraz arrancó el bloque económico con propuestas, las que ya se sabían (impuesto a las grandes fortunas, un gravamen para la banca, cambios en sociedades para mejorar las desgravaciones de las pymes...) y una nueva: que el Estado subvencione la Seguridad Social de los nuevos empleados en "todas las empresas de menos de 50 trabajadores", "cien por cien el primer año, 75 el segundo y 50 y 25" para los siguientes. Fue la única novedad que salió a la luz en el cara a cara.
A partir de ahí, el debate se convirtió en un pregunta-respuesta sobre el planteamiento del PP. Rubalcaba retrocedió siete años en el tiempo y sacó a relucir la burbuja inmobiliaria, aunque de la crisis global culpó a Estados Unidos y de los problemas actuales en particular, a Grecia. Luego, el ex número dos del Ejecutivo afirmó que "la dieta de adelgazamiento" a la que se ha sometido a la economía sólo ha servido para crear más paro.
El socialista se refugió en el supuesto programa oculto del contrario y vaticinó que, si llega al Gobierno, la formación de Génova comprará "activos tóxicos" generados por la burbuja inmobiliaria que el PSOE tardó en "pinchar", reconoció: "¿Está pensando que, con el dinero de los españoles, paguemos los resultados de su gestión de 1998?". "Yo lo que quiero es que se pongan a la venta las viviendas y no pienso poner ni un solo euro de dinero público".
Siguiendo con el análisis del programa del PP y con los vaticinios relacionados con el presunto programa oculto, el ex vicepresidente acusó al líder 'popular' de querer bajar las prestaciones de desempleo, subir el IVA y sacar a las pymes de los convenios. Estas suposiciones surgen de la idea de crear un fondo de capitalización para el desempleo, la de que los convenios sean de empresa y el anuncio de la subida del impuesto que hizo el "ministrable" -así lo llamó Rubalcaba- Luis de Guindos.
En este punto llegó el momento más tenso del debate. Rajoy negó las "insidias" de su interlocutor, al que llamó "mentiroso": "Le pido que diga la verdad, no haga juicio de intenciones". Hasta tres veces tuvo que afirmar el del PP que no tiene pensado congelar las pensiones: "Ya le he dicho que miente", "yo no haré lo que han hecho ustedes, no bajaré las prestaciones por desempleo", "yo no soy como usted". Contestó una y otra vez a su oponente, que le interrumpía, empecinado en predecir esta supuesta medida.
Rajoy recordó que el Gobierno de Zapatero "bajó el sueldo a los funcionarios en un 5 por ciento, quitó el cheque bebé, la deducción por vivienda, congeló las pensiones, subió el IVA". Sus propuestas, las dejó para el final: el IVA no se pagará hasta que no se cobren las facturas, los ayuntamientos recibirán crédito del ICO para pagar a sus acreedores, las empresas inversoras pagarán un 10 por ciento menos del Impuesto de Sociedades.
Los 'populares' apuestan por nuevos mecanismos de financiación como el business angels, con el que se creó Twitter, en el que el debate se alzó como 'trending topic' a nivel nacional y número dos a nivel mundial. Además, el PP piensa en dar 3.000 euros a las pymes que creen empleo. Rajoy se plantea, y planteó a su rival... "Ahora propone medidas, ¿y por qué no las hizo antes? ¿Es que se le han ocurrido hace media hora?".
Políticas sociales
Después de 40 minutos de discusión económica y un descanso que los aspirantes aprovecharon para encontrarse con sus asistentes, se inició la discusión sobre políticas sociales, que también tuvo una gran carga económica. Rajoy plantea que, "si se crea empleo", habrá más personas que paguen impuestos, lo que servirá para financiar la educación, las pensiones y la sanidad, que las comunidades pagan con el IRPF, el IVA y los Impuestos Especiales.
Su contrincante sacó a relucir las políticas de ahorro que plantea, como subir los impuestos del alcohol y del tabaco. Luego, atacó a su antagonista con los recortes que han puesto en marcha las comunidades 'populares', le lanzó el 'dardo' de las huelgas de profesores y acusó a los gestores autonómicos de permitir que los hospitales privados deriven a los enfermos más costosos a la sanidad pública. "Pregunte en Valencia", apeló Rubalcaba. "No tengo que preguntar, eso es una insidia", respondió Rajoy.
Los aspirantes sólo coincidieron en un aspecto: la lucha antiterrorista. "Si soy presidente, le llamaré para dar los pasos que hay que dar par poner fin definitivo y, si estoy en la oposición, contará con mi leal colaboración", afirmó el socialista. "Yo haré exactamente lo mismo. En la lucha contra el terrorismo, la unidad de todos es capital para terminar definitivamente con la banda", subrayó el 'popular'.
Último bloque del debate
La supresión de las Diputaciones y el recurso contra el matrimonio homosexual han marcado el enfrentamiento del último bloque destinado a 'Democracia, Seguridad y Política Exterior' del cara a cara mantenido por los dos principales candidatos a la Presidencia del Gobierno.
El líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha insistido en la necesidad de suprimir estas administraciones que ha llegado a definir como "preconstitucionales" alegando que tuvieron sentido en su momento cuando las comunidades autónomas no tenían el carácter normativo actual. A su juicio, esta medida "no tiene nada que ver con el poder político" sino que contribuiría a ahorrar gastos y evitar duplicidades.
El candidato 'popular', Mariano Rajoy, se ha mostrado en contra asegurando que "ahí no está el problema" y ha apuntado que la deuda de las Diputaciones es tan sólo de 3 millones de euros frente a los 700.000 millones de deuda que acumula España. En ese sentido, ha acusado a su oponente de pretender prescindir de las Diputaciones "porque las han perdido todas" en las pasadas elecciones municipales de mayo.
Otro de los asuntos que ha protagonizado el último bloque --para el que han contado con 10 minutos cada candidato-- ha sido el matrimonio homosexual y en concreto el recurso presentado en su día por el PP ante el Tribunal Constitucional contra la ley que permite las uniones gays bajo esta terminología.
Hasta en dos ocasiones le ha preguntado Rubalcaba a Rajoy si mantendrá este recurso al tiempo que ha acusado a su partido de mostrarse siempre en contra de las leyes promovidas por el PSOE en cuestión de reconocimiento de derechos como la eutanasia, la píldora del día después o la experimentación con células madres, entre otras.
"Yo no hablo de este tema (matrimonio gay) en mi programa, en su día se ha presentado un recurso al Tribunal Constitucional, veremos lo que nos dice el Constitucional", ha replicado Rajoy. Ha recordado que en 2004 propuso a Zapatero promover las "uniones de hecho entre homosexuales" sin usar el término matrimonio como se hizo en Reino Unido, pero ha culpado al presidente del Gobierno socialista de preferir la "división" y el "enfrentamiento entre españoles" en aquel momento.
A la hora de "mejorar la relación entre electores y elegidos" Rubalcaba se ha centrado en proponer listas abiertas en las elecciones "para que los ciudadanos puedan cambiar el orden de a quienes eligen". Rajoy no ha valorado esta propuesta, pero ha manifestado que si gana las elecciones, "lo primero" que hará será "llamar al líder de la oposición y los agentes sociales". "El Gobierno que gobernará buscará el concurso de todos para el gran objetivo nacional. La tarea es enorme", ha dicho.
En este ámbito, Rajoy ha glosado una serie de medidas centradas en la austeridad y la regeneración como la unidad de mercado de todas las comunidades autónomas o terminar con las soluciones nominativas en el campo de subvenciones al tiempo que ha criticado a Rubalcaba por no haber tenido "ni un poco de pudor" a la hora de "colocar en los organismos reguladores a todas las personas a las que han cesado en la administración".