Todavía no se ha postulado ningún aspirante y los interesados deberán contar con el aval del 10 por ciento de los miembros del Comité Federal para poder ser designados como precandidatos o del 20 por ciento de los delegados del congreso.
Entre los nombres que todo el mundo da por hecho está el del candidato del PSOE en las elecciones del pasado domingo, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el de la ministra en funciones de Defensa, Carme Chacón, aunque ninguno de los dos ha formalizado sus intenciones.
Estos son los candidatos que se baraja que podrían dar el paso:
Alfredo Pérez Rubalcaba: el candidato guarda silencio sobre su futuro político, pero en el PSOE dan por seguro que optará al cargo. Hoy ha recibido los elogios de todos los miembros del Comité Federal por su entrega en la campaña electoral, en un momento tan complicado para el PSOE. Sus partidarios siguen viéndolo como la opción más sólida para llevar las riendas de la oposición, mientras que sus detractores esgrimen su pertenencia a la vieja guardia y la histórica derrota para restarle la legitimidad de optar a liderar el partido.
Carme Chacón: ya quiso disputar a Rubalcaba las primarias para ser el cartel electoral del PSOE en estas generales, pero finalmente se retiró. No parece ahora probable que se rinda y, aunque no ha confirmado nada, no se cansa de decir en público que el partido está preparado para que lo dirija una mujer y catalana. Su juventud puede ser una de sus bazas, aunque hay sectores que la ven demasiado cercana a Zapatero como para representar la renovación que necesita el partido.
Emiliano García-Page: el alcalde de Toledo ha entrado con fuerzas en todas las quinielas sucesorias y su candidatura podría aunar distintas sensibilidades, sobre todo de algunas de las federaciones más potentes, bajo el auspicio de José Bono y el gran ascendente que el presidente del Congreso tiene todavía sobre el partido.
Frente a otros hipotéticos aspirantes que no están en el Parlamento nacional, García Page tiene a su favor el hecho de ser senador por designación autonómica, por lo que podría asegurarse algún cara a cara con el futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en las Cortes Generales.
Patxi López: el lehendakari se ha autodescartado esta misma semana de la carrera sucesoria, pero su nombre sigue sonando. Su principal hándicap, que no es diputado en las Cortes Generales y no podría enfrentarse en un cara a cara parlamentario con Rajoy. Desde el Gobierno vasco han garantizado que su intención es agotar la legislatura en Euskadi, que concluye en marzo de 2013.
Guillermo Fernández Vara: al igual que el anterior, tampoco es diputado y también ha manifestado muchas veces que su propósito es aguantar los cuatro años de oposición en Extremadura, pero en muchos sectores del PSOE se valora su carácter dialogante y su capacidad de aunar distintas sensibilidades como hombre de consenso.
Eduardo Madina: también se ha autodescartado, pero muchos quieren ver en el joven diputado vasco la promesa de futuro del partido. En la pasada legislatura se hizo cargo de la secretaría general del grupo parlamentario, avalado por Rubalcaba, y con Ramón Jáuregui como uno de sus valedores.
Tomás Gómez: el secretario general de los socialistas madrileños, que tampoco es diputado nacional, es uno de los que más ha animado a Chacón a presentarse, aunque ha especificado que eso no significaba que fuera a tener el apoyo del PSM si diera el paso. Gómez no se ha autodescartado y, cuando se le pregunta, deja en el aire la respuesta sobre sus intenciones. Tanto puede ser que sí, como que no, consideran en el PSOE.
José Bono: retirado de la política activa por voluntad propia, ha asegurado públicamente que tiene sus aspiraciones colmadas, pero su nombre siempre vuelve a sonar cuando en Ferraz se hacen quinielas. En 2000 perdió por nueve votos la secretaría general que ganó Zapatero.
El diputado desconocido: como Zapatero en julio del año 2000, el PSOE podría elegir como líder a una persona desconocida para el gran público porque hoy, igual que entonces, el PSOE se encuentra ante la obligación de renacer de sus cenizas y podría decantarse por rechazar a cualquier candidato que tenga la más mínima relación con una etapa a la que se quiere dar carpetazo