Según testigos citados por Reuters, los manifestantes han cargado contra el cordón de seguridad formado por la Policía y han roto las lunas de varios vehículos.
Ayer, entre 2.000 y 3.000 personas se concentraron frente a la base militar estadounidense de Bagram, donde supuestamente se produjo la quema de coranes, tiraron piedras contra las instalaciones y gritaron lemas contra los extranjeros.
El comandante de la ISAF, el general John Allen, ya ha ofrecido sus "sinceras disculpas por las ofensas cometidas al presidente de Afganistán (Hamid Karzai), al Gobierno de la República Islámica de Afganistán y, lo que es más importante, al noble pueblo de Afganistán".
"Cuando tuvimos conocimiento de estas acciones intervinimos inmediatamente para pararlas. El material recuperado será entregado a las autoridades religiosas apropiadas", explicó. "No fue algo intencionado de ninguno de los modos", aseguró Allen, sin dar detalles sobre el incidente.
Además, varios manifestantes afganos han incendiado un complejo residencial para trabajadores extranjeros en Kabul en el marco de las protestas por la supuesta profanación de ejemplares del Corán en Bagram, la principal base militar aérea de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN.
Un testigo de Reuters ha informado de que las llamas han destruido parte de una casa de huéspedes del complejo Green Village, en el que viven y trabajan los alrededor de 1.500 empleados extranjeros contratados en Kabul.