De la partida de 11,2 millones que el Ayuntamiento aprobó destinar a la empresa municipal de vivivienda, Emvisesa, por los desvíos presupuestarios para la ampliación, 1,9 millones se destinan a pagar una indemnización a la UTE (Unión Temporal de Empresas) constructora por el retraso acumulado de 113 días. Según Muñoz, el contrato sólo recoge este supuesto cuando estuviera motivado por inclemencias meteorológicas. “Que yo sepa no ha habido ningún diluvio”, ironizó Muñoz, que también apuntó a posibles abonos “duplicados” de conceptos que ya estaban presupuestados en el proyecto inicial. Algunos ejemplos serían la de “tomas de alimentación y cuadros eléctricos audiovisuales”, por valor de 40.625 euros o un “pasamanos metálico”, que tendrá un coste de 49.327 euros, según el presupuesto.
Desde el grupo socialista exigen al Ayuntamiento que aclare supuestas mejoras “que no están justificadas ni acreditadas a día de hoy”. Muñoz apuntó “a las prisas por culminar las obras” como motivo de que el Consistorio “haya cedido a las pretensiones de las constructoras”.
Respuesta de Vílchez
El delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, aseguró ayer que no se están realizando pagos dobles, aunque reconoció la existencia “de ciertos elementos que han tenido que ajustarse al código técnico a medida que ha ido avanzando la obra”. Sobre los 1,9 millones de indemnización, Vílchez aseguró de que se trata de un retraso “no imputable a la constructora”.