Los ERE planteados por Back in Business en las bodegas del Grupo Nueva Rumasa del Marco de Jerez siguen arrastrando flecos por las ofertas de compra presentadas a última hora en Bodegas Valdivia y Teresa Rivero. Los administradores concursales, la plantilla y los representantes sindicales de Bodegas Valdivia se reúnen este lunes por fin tras dos aplazamientos en las últimas semanas para estudiar la situación especial que vive esta entidad ante las ofertas que han presentado hasta tres compradores. Unas circunstancias que han motivado que se haya pedido a la juez del Juzgado de lo Mercantil una prórroga de la suspensión del acuerdo del ERE para dar más margen a la negociación y pueda prosperar de este modo la venta de esta bodega.
En cualquier caso, según la información facilitada por los sindicatos, no hay una predilección por alguna oferta en especial y, al margen que deben ser la juez y los administradores concursales los que se decanten por una u otra, los representantes sindicales abogan porque la operación se cierre a favor de la empresa que “dé mayor garantía para la continuidad del empleo y del negocio”.
Aunque en el caso de Bodegas Teresa Rivero aún no ha habido acuerdo, los administradores concursales también han solicitado una prórroga en las negociaciones por las ofertas de compra que han recibido en las últimas semanas para las instalaciones que la cooperativa Virgen de la Caridad de Sanlúcar vendió al grupo del que hasta el pasado verano era propiedad de la familia Ruiz-Mateos. En ambos casos, el plazo se extinguía el pasado jueves, 31 de mayo, un tiempo que no ha sido suficiente para cerrar unas operaciones en las que, al parecer, la empresa de Ángel del Cabo estaría poniendo demasiados condicionantes “pese a no haber puesto ni un solo euro”.
¿Por el buen camino?
Hay que recordar que en el caso de esta última bodega, la propuesta presentada por Back in Business plantea despidos para 13 de los 18 trabajadores de la plantilla actual. De la misma forma, si finalmente las conversaciones no fueran por el camino deseado para la plantilla, de cerrarse el Expediente de Regulación de Empleo de Bodegas Valdivia que ahora mismo está en suspenso, se extinguirían 10 de los 12 puestos de trabajo.
Mientras tanto, en Zoilo Ruiz y en el Complejo Bodeguero Bellavista (Grupo Garvey) la principal del grupo, una vez aprobados los acuerdos para aplicar un ERE extintivo para despedir a 24 y 33 trabajadores, la plantilla que sale de sendas bodegas ya ha abandonado su centro de trabajo y en el caso del complejo bodeguero Bellavista ya ha comenzado a cobrar las indemnizaciones de 20 días por año trabajado y hasta un máximo de una anualidad, según la última reforma laboral en vigor. Unas cuantías que se están abonando con el dinero obtenido a través de la venta de cajas de vino, si bien en el caso de Bodegas Zoilo Ruiz Mateos esto no ha sido suficiente y la plantilla que ha sido despedida no empezará a cobrar al menos hasta a partir de la semana próxima según el compromiso que Back in Business ha adquirido con los trabajadores.
