El lehendakari, Patxi López, afirma que el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkulu, no haría "ascos" a los recortes si se deciden en Euskadi y, tras advertir que tiene un "programa oculto", asegura que el partido jeltzale quiere que gobiernen Euskadi "con una mano atada a la espalda" al no aceptar una reforma fiscal para obtener más recursos.
En un post titulado "Recortes sin horizontes", señala que el grueso de la "nueva hornada de recortes" del Gobierno del PP eran "impuestos por Europa" y los atribuibles directamente al Ejecutivo de Rajoy son "apenas un cúmulo de iniciativas dispersas y sin coherencia".
"Es éste, desde luego, uno de los elementos más descorazonadores de la grave situación que vivimos. Semana tras semana, el Gobierno nos plantea nuevos ajustes, nos anuncia una nueva prestación mutilada, pero lo hace sin que se atisbe si quiera una mínima orientación, un proyecto claro de lo que se propone más allá de los recortes y del modelo de bienestar que se quiere mantener, haya o no dinero, salgamos antes o después de esta crisis", afirma.
López se pregunta cuál es el proyecto de sociedad que el PP presenta a medio plazo y asegura que tiene "simplemente uno", el de "recortar y después ya veremos".
"Y es aquí donde yo me rebelo. Porque somos conscientes de la difícil situación por la que estamos atravesando. Somos conscientes de la necesidad de adoptar medidas complicadas. Pero no a cualquier precio. No sin marcar unas mínimas líneas rojas", señala.
López afirma que no puede ser que todos los ajustes caigan "sobre los hombros de los de siempre" y tampoco que "a lo primero que se meta la tijera sea siempre al sector público".
A su juicio, hay "otra forma" de afrontar esta crisis y afirma que en Euskadi se está demostrando. "Reformando los servicios públicos para hacerlos sostenibles en el medio plazo, destinando dinero a la economía real, a ayudar a empresas, pymes y autónomos, inyectando liquidez en nuestro sector privado, para que no haya proyectos que se queden parados por falta de financiación", señala.
Por lo tanto, afirma que "austeridad sí, reformas también, pero dentro de un proyecto claro y definido" y rechaza que se produzca "un cúmulo de ideas improvisadas, sin enfoque ni dirección, a ver si alguna vez se acierta a satisfacer a los mercados".
"FALTA DE CRITERIO"
El lehendakari afirma que esa "misma falta de criterio" se da en la oposición vasca y alude a que el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, habla "ahora de una salida vasca" a la crisis, pero sin aclarar "si esta salida es la del crecimiento económico y la generación de empleo, como busca el Gobierno vasco, o la de los recortes drásticos en los servicios públicos, como los que aplica su partido-hermano, CiU, en Cataluña".
"A Urkullu lo que le molesta es que en Euskadi los recortes vengan dados desde Madrid, pero no le haría ascos a decidirlos desde Euskadi", afirma. En este sentido, señala que a él le parece "mal" que el Gobierno central quiera imponer medidas en cuestiones que son competencia del Gobierno vasco y también le parecen "mal las medidas mismas".
"Ya he hablado en otra ocasión sobre la imposibilidad de saber nada concreto de la oferta del PNV para hacer frente a la actual situación. Sólo frases rebuscadas e ideas peregrinas para esconder el programa oculto. O quizá no tanto. Porque lo poco que somos capaces de entrever es que, en cuanto tenga oportunidad, el PNV optará por meter tijera a nuestro Estado de Bienestar", advierte.
El lehendakari se refiere a las palabras del presidente del BBB del PNV, Andoni Ortuzar, de que van a tener que hacer "sacrificios" y que el nuevo Gobierno vasco deberá rebajar el gasto corriente" y señala que "ahí está el caso" de la Diputación de Vizcaya, la única institución importante en manos del PNV, "que sigue sin aclararnos si va a aplicar los recortes en la Ley de Dependencia".
A su juicio, es "más sangrante" todavía es el tema de la reforma fiscal, ya que el PNV se está oponiendo "con uñas y dientes a cualquier tipo de reforma fiscal, a luchar de forma conjunta y eficaz contra el fraude, en definitiva, a contar con más recursos con los que hacer frente a la crisis, evitar los recortes e impulsar el crecimiento económico y la generación de empleo".
"Nos acusan de excesivo endeudamiento, pero, a la vez, impiden que obtengamos más recursos a través de una reforma fiscal que nos dote de un modelo tributario más justo y equitativo. Quieren que gobernemos con una mano atada a la espalda", afirma.
El lehendakari asegura que hay dos formas de hacer frente a la crisis "el del crecimiento o el de los recortes" y emplaza a Urkullu a "definirse y decir claro qué es lo que quiere para el país".
"Ha llegado la hora, nos ha llegado a todos, de dejar para otro momento las rencillas y los cálculos, que tenemos que unir fuerzas para hacer frente a esta crisis desde Euskadi, coordinando todas las administraciones y juntando toda la energía que podamos", indica.
El lehendakari cree que es hora de que los principales partidos vascos hagan "una apuesta firme y decidida" por Euskadi, por la ciudadanía vasca, por los servicios públicos y el crecimiento económico. "Está claro que con las recetas de Rajoy no vamos a salir de la crisis. Tenemos que tomar nosotros la iniciativa", concluye.