Los padres del joven jiennense de 27 años que falleció en La Calahorra (Granada) en 2008 cuando regresaba de una boda han pedido apoyo este miércoles al alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, para que sea el Cuerpo Nacional de Policía el encargado de continuar investigando el caso, toda vez que no están conformes con la labor de la Guardia Civil al haberse acreditado con dos informes periciales que el joven murió atropellado y no por una caída por un barranco.
Según ha informado a Europa Press el abogado de la familia, Manuel Gutiérrez Collado, el último informe lo ha llevado a cabo el prestigioso forense Luis Frontela, quien considera que el varón fue golpeado por un vehículo y que, por contra, no murió como consecuencia de una caída accidental por un terraplén de cinco metros de altura, donde fue hallado el cadáver, según apuntan los informes de la Benemérita.
De esta forma, ha apuntado que este último informe "da un vuelco a todo". El documento ha sido ya entregado al Juzgado de Instrucción número 2 de Guadix (Granada), que ya ha dado traslado del mismo a la Fiscalía, al objeto de propiciar la apertura de nuevas líneas de investigación en este caso que lleva ya abierto cuatro años después de que tuviera lugar el fatídico suceso.
Según adelantaban este miércoles rotativos locales, el informe de Frontela indica que la víctima fue atropellada por un coche cuando volvía a su hotel desde un salón de bodas poco antes de las 5,00 horas del 7 de septiembre de 2008. Según este documento, el vehículo le golpeó por las piernas, lo lanzó a la calzada y le pasó por encima. "El cuerpo quedó en el suelo en posición de cúbito lateral izquierdo y el vehículo que causó el atropello pasó por encima del cuerpo".
Además, el perito asegura que "al menos dos personas" se encargaron de transportarlo hasta dicho terraplén en un coche casi con total seguridad, si bien dejaron marcas en muñecas y tobillos al hacerlo. Es más, considera que eran personas "conocedoras del terreno" las que arrojaron a la víctima a la rambla.
Hasta la fecha, en el caso no hay imputados. Cabe recordar que la autopsia del Instituto de Medina Legal señalaba que había muerto por una caída, estableciéndose que el fuerte golpe de la caída sobre una cadera destrozó al joven. De su lado, la Benemérita consideró que el joven salió de la boda bebido, se despistó en el camino hacia el hotel, atravesó un barbecho y acabó cayendo por una zanja cuando iba a oscuras y hablando por el móvil.