Mientras Écija se recupera de las espectaculares riadas sufridas en los últimos días a cuenta de las crecidas del arroyo Argamasilla y el Río Genil, pues sólo la población de Isla del Vicaria alberga ya trabajos de limpieza, el Ayuntamiento astigitano reclamará a las restantes administraciones “todas las líneas de ayuda” posibles, estudia pedir la declaración de zona catastrófica y ha resuelto instalar en el edificio consistorial una pancarta para reivindicar a la Junta que cumpla su compromiso de reanudar en primavera el encauzamiento del arroyo Argamasilla.
El alcalde de Écija, Ricardo Gil-Toresano, ha informado a Europa Press de que el viario público, así como los jardines o los parques, están “totalmente normalizados” y apenas quedan “signos” de las inundaciones en el casco urbano, toda vez que las labores de desagüe y extracción de lodo continúan aún en la población de Isla del Vicario. No obstante, el alcalde ha avisado de los “daños” sufridos por las viviendas particulares y por “los campos de cultivo”.
En ese sentido, ha manifestado que el Ayuntamiento solicitará a todas las administraciones posibles la apertura de “las líneas de ayuda” a las que puedan acogerse los no pocos afectados. El Ayuntamiento, de hecho, estudia solicitar su adhesión a la figura de la declaración de zona catastrófica, aunque que se trata de algo aún por determinar. “Lo estamos estudiando”, ha dicho.
Gil-Toresano ha anunciado que el Ayuntamiento ha celebrado ya una junta de portavoces en la que ha cobrado especial importancia el proyecto de desvío y encauzamiento del tramo del arroyo Argamasilla que cruza el casco urbano de Écija, una iniciativa que nació con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir pero que fue después asumida por la Junta de Andalucía, responsable plenamente de estas obras que arrastran un notable retraso.
