La resaca de la inauguración en Jerez de la que hasta ahora puede considerarse la planta de Carbures más puntera y más grande del mundo hace casi inevitable que las miradas de muchos se dirijan hacia los terrenos de Zahav en la Ciudad del Transporte. Frente a la discreción y a la inversión millonaria de esta compañía dedicada a la aeronáutica, la multinacional chino-iraní tiene a sus espaldas varios anuncios de apertura de su fábrica de automóviles que no terminan de materializarse.
El último plazo comprometido por esta compañía a finales de año cuando presentó a su nuevo socio (el segundo en cuestión de meses) apuntaba a este mismo verano. Ayer, puestos en contacto con el director de Expansión de Zahav, José Luis Mesía, éste declinó hacer cualquier tipo de valoración sobre si se mantiene esta estimación o si de nuevo se verá alterada por la crisis económica, como ha asegurado cada vez que los plazos han tenido que posponerse. Asimismo, tampoco quiso pronunciarse sobre el estado en el que se encuentra actualmente la renovación de la licencia de obra y los trabajos ejecutados hasta ahora.
Hay que recordar que recientemente el portavoz del Gobierno local, Antonio Saldaña, supeditaba cualquier paso a dar para la renovación de la licencia de obra a una próxima reunión con Zahav para formular nuevas condiciones del contrato del suelo. Como dijo, entienden que las pactadas por el anterior Gobierno socialista “no eran las más adecuadas para los intereses de los jerezanos” y por ello avanzó que el planteamiento del Consistorio contemplaría ahora el alquiler “para dar mayor potestad al Ayuntamiento ante posibles incumplimientos”. Saldaña fue claro: “hay que ir dando pasos concretos”, pero las constantes desavenencias que han denunciado a este periódico personal de la constructora Masol, a la que Zahav adeuda dos millones de euros no ayudan, y la deuda con los proveedores, no ayudan a reflotar el proyecto anunciado en 2009 a bombo y platillo.