La Audiencia de Málaga ha condenado en tres sentencias a cinco hombres que fueron sorprendidos en el mar a bordo de embarcaciones en las que transportaban grandes cantidades de hachís. Se imponen penas de más de tres años de prisión y multas millonarias a cada uno de los acusados que fueron detenidos en tres operaciones diferentes, en las que en total se intervinieron 2.850 kilos de hachís.
La primera de las operaciones de incautación de droga tuvo lugar en mayo del pasado año cuando la central operativa de Servicios de la Guardia Civil tuvo conocimiento de la presencia de una embarcación rumbo a las costas de Málaga, según una de las sentencias de la Sección Segunda de la Audiencia, a la que ha tenido acceso Europa Press. Ante esto, se dio aviso al puesto de Benalmádena (Málaga).
En dicha embarcación, dice la resolución, iba el acusado y otro hombre que no ha sido juzgado al haber fallecido y que era el propietario de la misma. El rumbo era la zona de Benajarafe-Chilche, en la localidad malagueña de Vélez-Málaga, siendo localizada por la patrullera a dos millas de la costa. Al detectarse que había bultos, fue abordada por los agentes de la Guardia Civil.
Así, se puso rumbo al puerto del Candado de la capital malagueña, donde se examinó la embarcación y se hallaron 20 fardos de hachís, con un peso de 622 kilos y un valor en el mercado de 950.000 euros. "Dicha sustancia se transportaba con la intención de traficar con ella y posibilitar el consumo de terceros", señala la sentencia de la Sala, apuntando que fue adquirida con esa finalidad.
Por estos hechos se condena al acusado por un delito contra la salud pública a una pena de tres años y 10 meses de prisión y multa de dos millones de euros. La resolución se dicta con la conformidad del acusado y se acuerda el comiso y destrucción de la sustancia intervenida, así como la adjudicación al Estado de la embarcación, el dinero y demás efectos.
Otro de los casos enjuiciados tuvo lugar en junio de 2012, cuando un patrullero de la Unidad Combinada de Málaga del Servicio de Vigilancia Aduanera detectó una embarcación a una milla del puerto del Candado de la capital y la siguieron, observando cómo otra embarcación se situó al lado. Cuando le dieron el alto, una de ellas logró huir, señala la Sección Novena en su sentencia.
No obstante, los efectivos de la patrullera fueron a registrar el interior de la otra embarcación, donde estaban los dos acusados en esta causa, uno de ellos el propietario de la misma; y donde había 30 fardos de hachís, con 901 kilos, valorados en 1,3 millones de euros. Ambos han sido condenados en la resolución por un delito contra la salud pública a tres años y 11 meses de prisión.
Asimismo, se le impone a cada uno el pago de una multa de dos millones de euros. En este caso, la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, también se dicta tras la conformidad expresada por los acusados con la acusación e, igualmente, se decreta el comiso de la droga y de la embarcación intervenida, así como la adjudicación de ésta al Estado.
Por otro lado, la Sección Segunda de la Audiencia también ha dictado recientemente otra sentencia, en la que condena a otros dos hombres que fueron sorprendidos en diciembre de 2012 por el Servicio de Vigilancia Aduanera en el interior de una embarcación, propiedad de uno de ellos y tripulada por el otro, donde se encontraron 46 fardos de hachís con 1.327 kilos de dicha sustancia.
En este caso, los acusados han sido condenados, también por un delito contra la salud pública, a la pena de tres años y nueve meses de prisión a cada uno y multa de 2,1 millones y tres millones de euros. Esta sentencia se dicta, igualmente, con la conformidad de los procesados.