El derbi entre el Cádiz B y el Racing Portuense se selló con un empate a uno. Y poco le faltó para terminar con algunos goles más. El choque, intenso, abierto y disputado, pudo contar con algún que otro tanto más, en un partido que lo le faltó de nada. Golazo, penalti, dos travesaños, ritmo e intensidad. Y deportividad. Hasta la mañana quiso sumarse a la fiesta y lució un espléndido día de fútbol.
Un duelo bonito que remachaba más si cabe la salvación matemática para los de Mere, conseguida la semana anterior. El buen ambiente reinante no le restó un ápice para no verse un buen espectáculo. Los rojiblancos comenzaron mandando y atosigando al equipo local, que se vio sorprendido ante el acoso inicial. 15 minutos de auténtico agobio que hizo trabajar de lo lindo y entrar en calor a los jóvenes cadistas.
El juego interior y las triangulaciones de Silveira, Expósito y Juanmi hicieron llevar el peso ofensivo de una manera descarada y osada. La presión en la zona defensiva amarilla incomodó y atosigó el juego e imposibilitando reaccionar la construcción del balón.
Sin respiro y sin miramientos, el filial cadista empezaba a sudar ante las aproximaciones visitantes en una inferioridad manifiesta. El primero que lo intenta desde lejos es el roteño Expósito tras una buena jugada con el ‘10’ rojiblanco Juanmi.
Con una salida fulgurante y sin gozar de ninguna ocasión clara de peligro, el dominio llevaba un claro color portuense.
La primera llegada clara y peligrosa llega a balón parado. Jesuli es el encargado de lanzar desde la frontal del área y tras tocar en la barrera, enfila la base del póster izquierdo de Borja. El Racing avisa primero y mete el susto en el cuerpo a los gaditanos.
Esta jugada marca el sino de la primera parte y el Cádiz despierta y reacciona. El dominio se reparte y el monólogo inicial se nivela con un balón mucho más compartido. La presión y la intensidad baja según va avanzando el crono y el fútbol, lejos de caer, se intensifica por parte de los dos equipos.
La estirada local comienza a dar sus frutos y a estar más sosegado sobre el seco césped de El Rosal. El balón está más tiempo en los pies de los pupilos de Carrillo y es cuando aparece la primera llegada y clara ocasión. Un mal despeje racinguista es aprovechado para hacer trabajar al portero Chico, hasta entonces como un mero espectador más.
La oportunidad la firma Alberto, acabando en córner. Con un dominio alterno, la respuesta la tiene el puertorrealeño Juanmi en su cabeza, mandando con toda la intención y obligando a la defensa a mandar el esférico a saque de esquina.
Póker colosal de Borja
El juego lo intentaba construir uno, el Cádiz B, y las ocasiones, otro, el Racing. Hasta cuatro disparos a puerta y consecutivos dispusieron los rojiblancos, sacando magistralmente uno tras otro el exracinguista Borja. La actuación del cancerbero portuense, ahora en las filas cadista, resultó determinante para que alguna de los disparos acabasen al fondo de las mallas.
Pletórico y salvador, se convertía en el hombre del partido ante las intervenciones continuadas. Muy atento y avispado, fue sacando una a una las oportunidades. Ver para creer, el juego vistoso y alegre no se transformaba en forma de gol. Eso se guardó para más tarde.
Goles en un visto y no visto
Con la lección aprendida y para evitar males mayores, Juanma Carrillo introdujo tras el descanso a Caballero por Israel, para dar más mordiente arriba. Éste y Riki incomodaron de lo lindo a los zagueros racinguistas. El técnico isleño quiso copiar la táctica de Mere, repitiendo el guión de los primeros compases. Presión a los defensores para dificultar la salida del balón. Mismo resultado.
Con nuevos bríos y con otra marcha más y solo un cambio introducido, los cadistas se versionaron a mejor y más entonados, empezando a dominar claramente la situación.
Aunque eso sí, el que adelantó en el marcador fue Raúl Silveira, tras recoger un balón perdido en el pico del área derecha y colocar de un zapatazo el balón en la misma escuadra izquierda. Golazo en toda regla. El obús fue neutralizado a renglón seguido. Y es que cuando aún los seguidores se recreaban visualmente del trallazo, a la contra Alberto derribaba de forma infantil a Titi.
El gol de Caballero igualó un encuentro que supo a permanencia para los dos equipos.
FICHA TÉCNICA:
Cádiz CF ‘B’: Borja, Sergio, Gasca, Tino No, Gaby, Titi (Sana 60’), Alberto, Juanmi, Riki, Israel (Caballero 46’) y Migue Valiente (Japón 59’).
RC Portuense: Chico, Capi, Pedro, Jesuli, Raúl López, Manzano, Alberto, Silveira (Adrián 85’), Expósito, Juanmi (Natera 59’) y Neva (Elías 59’).
Goles:
0-1 m. 63: Silveira, lanzamiento en un balón dividido que entra por la escuadra izquierda de Borja.
1-1 m. 64: Caballero, de penalti.
Árbitro: Antonio Fernández Chia, de Huelva. Sin complicaciones. Mostró cartulina amarilla a los locales Caballero, Tino No y Juanmi Becerra. En los visitantes la vieron Expósito, Silveira y Elías.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada número 36 de Tercera División y celebrado en El Rosal ante unos 250 aficionados, la mayoría seguidores portuenses. El terreno de juego presentó un buen aspecto, aunque algo seco. Buena temperatura.
