La Guardia Civil ha intervenido una clínica veterinaria clandestina ubicada en Vera (Almería) en la que se encontraron unos 4.000 envases de medicamentos por valor de 10.000 euros de los cuales, muchos estaban caducados o anulados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, sentido en el que la propietaria de la misma identificada como G.T.L., de 50 años, ha sido detenida acusada de estafa y falsificación de documentos.
Según indica la Comandancia, la investigación se inició en julio del pasado año cuando agentes del Seprona y de la Guardia Civil de Vera recibieron una denuncia de una persona que había viajado desde Puerto Rico a España para adoptar cuatro perros de raza 'galgo español' después de contactar con la veterinaria a través de un perfil en Facebook, según han precisado a Europa Press fuentes policiales.
Tras varios contactos a través de la red social, la denunciante se decidió acudir a España para efectuar la adopción de estos cuatro perros, si bien a su llegada hasta la clínica comprobó el "evidente estado de enfermedad e insalubridad" que presentaban los animales, según la denuncia que interpuso ante la Guardia Civil.
Asimismo, la víctima explicó que además de que los galgos presentaban heridas y parásitos, la veterinaria le entregó documentación de los animales en la que había "anomalías en las analíticas y documentos, con signos evidentes de manipulación", por lo que finalmente optó por no hacerse cargo de ellos.
En su denuncia, la víctima explicó que además de los cerca de 2.700 dólares por los billetes de avión y viaje hasta Almería y unos gastos adicionales de 835 euros, tuvo que efectuar varios pagos hasta un total de 570 euros para los trámites de adopción y gestión de la documentación para el traslado de los galgos a Puerto Rico, incluidos además los gastos veterinarios, de análisis, castración, vacunación, implantación de microchips, entre otros.
Tras hacerse cargo de la investigación, y contactar con responsables del Colegio Oficial de Veterinarios de Almería, los agentes verificaron la falsedad de los documentos aportados por la víctima en su denuncia al tiempo que conocen que desde el año 2008 la veterinaria estaba inhabilitada para la identificación y acceso al Sistema de Identificación Animal y suministro de pasaportes y certificados veterinarios.
Ante estos datos, los agentes realizaron un registro en la clínica regentada por la sospechosa donde comprueban que la misma carecía de cualquier autorización y solicitud para el desarrollo de su actividad, así como que estaba desprovista de licencia de obras para la construcción del local, licencia de apertura y autorización administrativa de la autoridad sanitaria.
"DEFICIENCIAS GRAVES" DE LIMPIEZA
Durante el registro, los agentes detectaron también "deficiencias graves" de limpieza, con una gran cantidad de polvo, defecaciones de roedores y pelos en todas las instalaciones y utensilios de la profesión veterinaria "carentes de la asepsia propia" para su uso en estas actividades.
En la sala de consultas, y en el interior de una jaula de grandes dimensiones, los agentes encontraron también un cachorro de perro muerto, junto a vómitos y defecaciones, así como una gran cantidad y variedad de medicamentos veterinarios y humanos.
Entre estos medicamentos, unos estaban caducados mientras que en otros se había raspado su fecha de caducidad. Igualmente, algunos eutanásicos y psicótropos se almacenaban sin guardar las medidas de seguridad y en un estado de "desorden y total falta de higiene, mezclados con material de limpieza, como lejías y otros productos".
Todos estos fármacos fueron hallados en unas malas condiciones de conservación, encontrando incluso medicamentos anulados por la Agencia Española del Medicamento y sin identificar, carentes de fecha de caducidad, composición y nombre, motivo por el que se intervinieron unos 4.000 envases.
PASAPORTES "MANIPULADOS"
Entre otro material de interés se intervino también una gran cantidad de documentos, fotocopias y originales así como pasaportes "claramente manipulados", certificados de identificación animal firmados y con datos de otros veterinarios y microchips, lo que motivó la detención de la veterinaria.
Además de esto, y de las irregularidades e infracciones detectadas por la Guardia Civil en la clínica veterinaria, los agentes levantaron las correspondientes actas.
La detenida cuenta con antecedentes e imputaciones anteriores como presunta autora de un delito de intrusismo profesional, imputación que se realizó tras las inspecciones que en abril del pasado año en tiendas de animales, establecimientos dedicados a la comercialización y distribución de medicamentos veterinarios, explotaciones ganaderas y clínicas veterinarias de la provincia. Las diligencias junto con la detenida fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción de Vera (Almería).