Indudablemente el Betis de Pepe Mel no pasa por su mejor momento ni mucho menos en el campeonato nacional liguero una vez transcurridas las primeras doce jornadas en una semana donde Europa (Guimaraes) y la visita del Barcelona al Villamarín en la competición doméstica, se dan cita para calibrar antes del próximo parón liguero si la situación se agravará más incluso o si será capaz el cuadro bético de conseguir un par de victorias que elevarían la moral.
Si la planificación deportiva, los líos institucionales y la imagen de los verdiblancos en cada partido copan la mayoría de las páginas de los periódicos deportivos; la cruda realidad está y estará siempre en la clasificación.
La Liga; el pan nuestro de cada día para los equipos humildes, tiene colocado al Betis en el décimo octavo puesto con 9 puntos de 36 posibles. Cifras que ponen los pelos de punta a cualquiera y hacen presagiar un final que daría con los huesos del bloque heliopolitano en Segunda.
Sin embargo, tirando de estadísticas desde que el torneo de la regularidad adquiriera la normativa de los tres puntos por triunfo, tan solo en una oportunidad ha visto al equipo de las trece barras con similar puntuación en estas lides (2006/07) y estando una plaza por encima del límite de la zona roja; se salvaría del batacazo a la categoría de plata del fútbol español.
Una plaza inferior a la que ahora ocupa en la tabla clasificatoria en las temporadas 2005/06 (10 puntos) y 2007/08 (11 puntos) tampoco significaron a la postre la fatalidad de descender al término de las 38 jornadas disputadas.
Es más, cuando mejor parecía estar el equipo en el primer tercio de Liga, tuvo más tarde que cumplir el duro castigo del ‘segundazo’. Esto es, 19 puntos en la 1999/00 y 17 puntos en la 2008/09 no evitaron a pesar del buen tono a principio del campeonato un desgraciado final.