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Miércoles 27/11/2024
 
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Huelva

¿Zona de guerra? No, es un parque

Un grupo de vecinos del Torrejón denuncia el estado de absoluta dejadez que sufre el parque Juan Duque de la barriada

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  • Tapadera de quita y pon -

Es usual que alejarse del centro supone encontrarse con espacios cuya imagen no es la más idónea para una ciudad que quiere presumir de moderna. Los barrios onubenses tienen mucho que mejorar. Y en ellos, hay lugares que encabezan el triste ranking del abandono. En esa posición se sitúa el parque Juan Duque del barrio del Torrejón, un espacio que, apoyado por la dejadez municipal en su mantenimiento, se ha convertido en un solar marcado por el caos. Un lugar de la capital onubense que se asemeja a una zona de guerra, que parece  estar en tierra de nadie.
Viva Huelva acude allí respondiendo a la llamada de una decena de vecinos que, capitaneados por José Ángel Wert, claman contra el “desastre” que, según ellos, está provocando en el mantenimiento del barrio el “total abandono” de los gobernantes municipales: “¿No nos merecemos nada?”, se preguntan. “No puede ser que el alcalde sólo venga cada cuatro años para pedirnos el voto”, lamentan.
El parque en cuestión, situado en la calle Geranio,  es un basurero al aire libre: restos de candelas, cristales, cajas, botellas, neumáticos, pantallas de ordenador, televisores... elementos todos estos más propios de la falta de civismo que de la propia inacción municipal. Pero el lugar también ofrece elementos de una falta de mantenimiento que es incluso peligrosa. Por ejemplo, las hierbas crecen libres como conscientes de la tranquilidad de que nadie vendrá a podarlas, y en la parte inferior de los árboles sus ramas tienen unos pinchos capaces de atravesar el pecho.
Pero especialmente llamativo es cómo se encuentran algunos huecos de alcantarillado. En uno de ellos hay un espacio abierto en el suelo al lado de la tapadera, en el que,  si a algún osado vecino le da por pasear por allí, fácilmente podría meter el pie y hacerse algo más que daño. Otra de las piletas es protagonista de una historia que roza lo esperpéntico. Resulta que no tenía tapadera. Días después de aparecer en Viva Huelva la visita de Gabriel Cruz, portavoz del Grupo Municipal Socialista, al lugar protagonista de esta noticia, llegó la ‘solución’: una piedra de quita y pon que deja hueco  y que no logra sellar un pozo de unos 2,5 metros de profundidad. La verdad, valga la ironía, que los responsables municipales no escatimaron en recursos para poner fin a ese problema.

Incendios
Como se ha comentado con anterioridad, uno de los problemas que ofrece este inhóspito parque (que, ni que decir tiene, no tiene ni juegos ni bancos ni nada de un parque) es la acumulación de yerbajos. Los vecinos se quejan de que “aquí no se poda ni se corta nunca”, por lo que la maleza se va acumulando y cuando el calor aparece, la mezcla, ya se sabe, se convierte en fuego. “Todos los años se producen fuegos”, dice uno de los acompañantes de Viva Huelva. “El pasado verano hubo al menos cuatro ó cinco”, matiza un hombre que se unió brevemente a la conversación, y que se identificó como exbombero municipal.
  Cuando el fuego aparece, como es normal, llegan los bomberos, lo apagan, “y entonces es cuando cortan las hierbas”, lamentan. Como ejemplo de la poca atención que se le da a este parque, sirva la broma de uno de los denunciantes al referirse al mantenimiento del arbolado del parque: “La única manguera que ven estos árboles es la de los bomberos”. Y pasa el tiempo,  y la zona sigue siendo un lugar al que no se mira desde el Ayuntamiento. No se mira, pero se ve. Porque, según la descripción de los vecinos denunciantes, el parque Juan Duque es víctima de agravio comparativo, ya que, lindando con él está el Parque Antonio Machado, “y ahí sí vienen casi todos los días a limpiar”, algo que comprobó ‘in situ’ Viva Huelva.
   “Entendemos que haya recortes, y que limpien menos, ¿pero nunca le toca a este parque”, dicen unos vecinos tan indignados que uno de ellos, José Ángel Wert, dice estar  tan harto de que el alcalde nunca mire a su barrio que lo despide de él: “Declaro a Pedro Rodríguez persona ‘non grata’ en el Torrejón”.

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