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Miércoles 27/11/2024
 
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sociedad

Un condenado cumple su condena por el 11-M pero no será libre

Está solicitado por Marruecos

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El marroquí Mohamed Larbi Ben Sellam cumple este sábado su condena por integrar la célula yihadista que perpetró los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Sin embargo, no quedará en libertad ya que tiene pendiente una petición de extradición por Marruecos, según informaron fuentes jurídicas.

   La Sección Segunda de la Audiencia Nacional ha aprobado la fecha de su licenciamiento definitivo teniendo en cuenta el tiempo que pasó en prisión preventiva. No obstante, seguirá en la cárcel madrileña de Valdemoro mientras se tramita la petición de entrega cursada por Marruecos.

   Este licenciamiento de condena sucede días antes de que salga el próximo 16 de marzo a la calle Rafa Zouhier, tras cumplir su condena de 10 años de cárcel por suministro de explosivos que le impuso la Audiencia Nacional el 31 de octubre de 2007 y ratificó el Supremo el 17 de julio de 2008.

   Mohamed Larbi, acusado de adoctrinar, reclutar y auxiliar a muyahidines y de formar parte de la célula que cometió la masacre, fue condenado inicialmente a doce años de cárcel por la Audiencia Nacional en el juicio celebrado en 2007.

   Un año después el Tribunal Supremo le rebajó la condena a nueve años de prisión por un delito de pertenencia a organización terrorista al no quedar justificada la imposición del grado máximo de la pena contemplada para este ilícito.

HUELLAS EN UN CORÁN DEL PISO DE LEGANÉS

   Larbi fue detenido en Santa Coloma de Gramanet, en Barcelona, en junio de 2005 cuando la Policía desarrolló la 'Operación Sello' a través de la cual arrestó a varios islamistas relacionados con el 11-M.

   El marroquí tenía una orden de busca y captura después de que sus huellas fueran encontradas en un Corán localizado en los restos del piso de Leganés donde el 3 de abril de 2010 se inmolaron varios terroristas.

   Además de ser uno de los 29 acusados por los atentados del 11-M, estuvo relacionado con la 'red Tigris', dedicada a la captación de muyahidines, y fue juzgado por pertenecer a la célula de la corriente salafista de los Grupos Islámicos Combatientes Magrebíes, creada entre finales de 2002 y febrero de 2003 en Madrid por 'Mustapha El Maimouni'.

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