Ayer el fútbol sí fue justo con el Sevilla al lograr una victoria tan trabajada como merecida ante una Real inoperante en ataque. Continúa en la carrera por Europa.
Optó Emery de inicio nuevamente por su sistema de laterales abiertos. Plantó en la derecha a Coke y Diogo con el fin de aguantar las embestidas del mejor de los donostiarras, Griezmann. Además, volvió a confiar en Trochowski de inicio como ya hiciera el pasado jueves en Europa para suplir la baja por sanción de Vicente Iborra.
Mejor el Sevilla en los primeros compases con un Rakitic entonado. Incluso en el 7, en un lanzamiento de falta, a punto estuvo de sorprender a al meta Bravo pero el chileno anduvo rápido de reflejos. Y siete minutos después el que pudo adelantar a los suyos fue Griezmann tras un despiste defensivo y un garrafal error en la salida de Beto. Por fortuna, el cabezazo del francés se marchó fuera.
Aún así, la propuesta de fútbol corría a cargo de los de Emery frente a una Real agazapada en su área esperando a los rojiblancos. Los de casa sólo necesitaban tres buenos pases para plantarse de gol, como en el minuto 20 en una contra comandada por Reyes y que peleó Bacca para que de nuevo el utrerano rematará en la que fue hasta ese momento la ocasión más clara del encuentro pero se topó con el larguero. Mucho más vertical un Sevilla que presionaba con fuerza e inteligencia en la medular.
Otro más en el 26 y esta para Bacca, que se fue en velocidad y potencia de su par para chutar algo escorado. El cuero se fue rozando la escuadra. No obstante, se diluía la intensidad sevillista con el paso de los minutos tras media hora eléctrico. Lástima que no llegó el merecido gol cuando dominaba. La Real Sociedad por su parte se fue estirando justo antes del descanso hasta encontrar la más clara en el 39 en una internada de Griezmann en la Beto solventó con una salida valiente. Pero otra vez dio luz propia Rakitic para poner de gol a Reyes tras un jugadón de tiki-taka entre el croata y Bacca. El testarazo de Reyes lo repelió Bravo con una majegistral intervención cuando la afición ya entonaba el gol. Así se alcanzaría el final de un primer periodo en el que los de Nervión merecieron algo más.
Se reanudaría el duelo con una novedad en el equipo de Emery con la inclusión en el terreno de juego de Cristófo en detrimento de Trochowski. Salieron queriendo más los donostiarras. Mayor presión de los vascos en los primeros compases y con llegadas como la del omnipresente Griezmann con un cabezazo que se marchó rozando el larguero.
En el 60 la polémica con el gol anulado a Bacca. El asistente entendió que Fazio cabeceo cuando el cuero ya había traspasado la línea de fondo. Fue muy justo y cuanto menos discutible.
El Sevilla de nuevo a la carga. Comenzaba a ser mejor, tal y como en el primer periodo, ante una anulada Real Sociedad. Momento en el que Unai Emery hizo debutar en Liga al joven y talentoso delantero Carlos Fernández con 20 minutos aún por delante.
Muy clara fue la de los donostiarras en el 71 en una nueva aparición del francés Griezmann que se encontró con Beto y el rechace no lo empaló Ansotegi de milagro. pero seis minutos después el fútbol hizo justicia. Golazo del recién incorporado Kevin Gameiro tras un pase de Diogo en la contra y que el francés resolvió ante dos defensores con muchísima calidad. Pero es que en nada pudo hacer el segundo tras una buena combinación con Bacca pero esta vez Gameiro se chocó con una pierna de la zaga vasca.
Lo seguía intentando de todas las formas posibles un participativo Griezmann pero no daba con la tecla. Su golpeo con la diesta en el 85 se marchó rozando la cepa derecha del marco sevillista.
En los últimos compases los nervionenses terminaron esperando atrás a la Real, eso sí, bien arropados, y los de Arrasate apenas dispusieron de ocasiones para empatar. Incluso pudo hacer el segundo el Sevilla en una contra mortal sobre la campana. Al final, tres puntos más y sobredosis de moral tras la tercera victoria consecutiva.