El corredor del Astana vuelve a la clásica por excelencia después de 7 años de ausencia. La última vez que terminó la prueba en San Remo fue en 2002, año en el que se impuso el italiano Mario Cipollini.
Aunque Armstrong pasó a la historia por su imbatibilidad en el Tour durante siete años, en sus comienzos destacó en carreras de un día.
En la rueda de prensa previa a la disputa de la classicissima, Armstrong ha precisado que sus objetivos para esta temporada son el Giro y el Tour y que pretende dar lo mejor de sí mismo en las dos carreras, puesto que, para él, “ambas son importantes”.
El ciclista del Astana ha afirmado que quiere “ganar algo” y que “a todo el mundo le gusta el sabor de la victoria”, pero ha puntualizado que no puede “forzar los tiempos”.