Un gol de Paco Alcácer mediado el segundo periodo redondeó el pase del Valencia a cuartos de final de la Liga Europa en un partido sin brillantez y desangelado en el que el conjunto valenciano puso lo suficiente para no dar opción al Ludogorets búlgaro e imponerse por un tanteador global de 4-0.
El horario, la falta de público y el 0-3 de la ida propiciaron un encuentro frío, en el que el Valencia tardó en entrar en juego, pero en el que necesitó poco más que administrar la renta de la ida para lograr el objetivo.
El Ludogorets salió dispuesto a jugarse las escasas bazas de clasificación que le quedaban. Para ello trató de hacerse con el balón desde el principio y, sobre todo, de imponer un alto ritmo de juego.
Todo lo contrario buscó el Valencia, que ralentizó el partido desde el inicio. Fueron dos planteamientos contrapuestos que dieron una ligera ventaja al equipo búlgaro en los primeros quince o veinte minutos de juego.
Esta ventaja se tradujo en algunas llegadas al área en acciones individuales, pero sin peligro para Diego Alves, fruto también de la falta de intensidad de los valencianistas, que no estaban muy entonados.
Mediado el primer periodo mejoró el conjunto de Juan Antonio Pizzi, pero esa mejoría solo se apreció en el incremento de posesión del balón que servía para desgastar a un rival que cada vez jugaba más con el tiempo en contra.
Así llegó el partido al minuto 45, momento en el que se produjo la acción más destacada del primer periodo en una falta que Dani Parejo estrelló en el larguero de la meta búlgara. Era el tercer lanzamiento parecido. Los dos anteriores, por cuenta de Cartabia y Míchel, se habían estrellado en la barrera.
El Valencia mantuvo la posesión de la pelota al comienzo del segundo tiempo y dispuso de un par de opciones de gol, sobre todo en la contra, en los primeros minutos ya que el Ludogorets adelantó líneas en pos de la sorpresa.
El partido se convirtió muy pronto en un encuentro de ida y vuelta en el que al Valencia poco a poco mejoró en intensidad, tensión y precisión y ante un rival que jugaba cada vez más abierto, abrió el marcador en un buen centro de Cartabia que cabeceó Paco Alcácer tras un contragolpe.
Ahí quedó cerrado lo poco que restaba de eliminatoria, aunque en una aproximación de Bezjak, Diego Alves realizó una gran parada en la mejor opción del equipo búlgaro hasta ese momento (m.64).
El encuentro mantuvo hasta el final la misma tónica, aunque con la sensación de que el segundo tanto local estaba más cerca que el empate del equipo búlgaro, al menos hasta que en los últimos minutos el balón rondó más de lo esperado la meta de Alves. Sin embargo, no hubo más.