El histórico comunista y medalla de la ciudad en 2010 Francisco Manzano, vecino de la Barriada de las Huertas y sevillano de adopción, ya que nació en Linares (Jaén) en 1929, ha muerto este martes en Tenerife, donde le atendía su familia debido a la enfermedad que finalmente ha acabado con su vida.
En este sentido, desde IU se ha subrayado el "ejemplo y guía en la lucha para los comunistas sevillanos" de este hombre que fue condecorado con la medalla de la ciudad de Sevilla en 2010 y que el 19 de julio de 2013 recibía un homenaje de la ciudad a través de la inauguración de un parque con su nombre en la barriada de las Huertas, a petición de la Junta Municipal del Distrito San Pablo-Santa Justa.
Según detalla IU, a través de la publicación 'Tu voz, tu gente', Manzano fue elegido responsable de la Asociación de Expresos y Represaliados Políticos y consiguió que el Ayuntamiento colocase un monolito sobre una de las fosas comunes del cementerio de San Fernando. Nacido en Linares, emigró con su familia, siendo aún un niño, a la ciudad de Sevilla en donde le esperaba "la amargura de la miseria de los emigrados a la capital".
"Su padre, bibliotecario de la CNT, fue represaliado tras la el triunfo del levantamiento fascista en la ciudad y sería esto, unido al conocimiento en primera persona de las terribles condiciones de vida de la clase trabajadora, lo que impregnaron un carácter rebelde a Francisco que, harto de las injusticias que se sucedían en la España de la dictadura, decide unirse a la lucha por su derrocamiento, entregando su vida a la causa de las libertades en España", indica.
Así, a los 16 años comienza a trabajar en Renfe de meritorio, la misma época en la que ingresa en las Juventudes Socialistas Unificadas y en una célula clandestina del Partido Comunista de España. Como trabajador de RENFE, pronto fue captado por el Comité Regional que le encargó trasladar las publicaciones del partido desde la imprenta que tenían en Jerez de la Frontera (Cádiz).
"Esa osadía le costó cara, y el 25 de julio de 1948, lo detienen con sólo 18 años. A pesar de las torturas nunca delató a ningún compañero. Fue condenado a seis años, aunque finalmente sólo cumplió tres y al acabar su condena fue desterrado, siguiendo su militancia comunista trabajando en la reconstrucción del PCE y las Comisiones Obreras", añade.
En 1977 la amnistía general y la legalización del PCE permitieron a Manzano salir de la clandestinidad, siendo readmitido en Renfe y elegido delegado sindical de la empresa por CCOO hasta su jubilación, fecha en que pasará a formar parte de la ejecutiva del Sindicato de Pensionistas y Jubilados sustituyendo años después en su secretaría general a Rafael Manjón.