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Miércoles 27/11/2024
 

Jerez

“En el Marco estamos viviendo un momento de optimismo paciente”

“2013 fue un año récord en producción de uva, y nos sorprende que éste pueda volver a serlo o estar cerca”. “Hay cierta discriminación para con los vinos de Jerez a la hora de servirlos, y me da mucha pena”

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  • Beltrán Domecq -

En varias ocasiones hace referencia al “equilibrio” que vive el sector del vino en el Marco de Jerez en estos momentos, como si tuviera que concienciar a bodegas y viticultores al respecto, pero lo que de verdad interesa a Beltrán Domecq, es insistir en la promoción de los vinos, en darlos a conocer, como puntal fundamental desde el que abrir nuevas opciones de mercado que redunden en favor de ese sector al que ese mismo equilibrio no le impide ponerse metas de cara al futuro.  
 

—¿Se está apreciando la repercusión, a nivel promocional y económica, de la designación de Jerez como capital europea del vino?
—La verdad es que estamos llenos de actividades desde principios de año, y así estaremos hasta final de año. Es un principio para que esto siga adelante en crecimiento. Es difícil decir si las cifras de ventas se han modificado, pero lo cierto es que la repercusión ha sido muy grande, en medios de comunicación, y consecuentemente esperamos que ese “ruido” que estamos intentando hacer, y perdón por la expresión “ruido”, sea efectivo a la hora de fortalecer el mensaje que estamos trasladando acerca de nuestros vinos, de manera que sean noticia, porque hablamos de unos vinos muy especiales.

—¿Cuáles son las sensaciones que comparten con usted las bodegas y los viticultores en el momento presente?
—Hay un optimismo paciente, pero en Jerez atravesamos una situación de equilibrio, tenemos la superficie de viñedo que necesitamos, en función de las previsiones de ventas que tienen las bodegas, y estamos todos haciendo una labor muy intensa de promoción, tanto el Consejo Regulador, como las propias bodegas en sus distintos mercados. Esto es fundamental. El objetivo de todos sigue pasando por enseñar cómo es el vino de Jerez, cómo se hace, porque conocerlo es amarlo.

—¿Está viviendo, pues, el sector un buen momento?
—Diría que sí. Lo dicen los números, ya que nos mantenemos, pero con la esperanza de crecer. Percibimos una cantidad de información a través de nuestra labor promocional, ya que recibimos muchos artículos de opinión que hablan sobre el vino de Jerez, sobre su calidad, y en los que se habla de él como de un vino que “ha vuelto”, de un vino que “estamos descubriendo”. Estas publicaciones en prensa especializada y en periódicos de tirada nacional y en distintos países, contribuyen a que surjan nuevas ofertas, nuevas formas de consumo; por ejemplo en Londres hay una serie de Sherry bars, unos veinte, que están ofreciendo el vino de Jerez continuamente, y además estamos consiguiendo que la gente joven beba vino de Jerez, los vinos y las manzanillas, principalmente, y eso hace que seamos optimistas de cara al futuro.

—¿Qué perspectivas hay de cara a la campaña de la vendimia de este año?
—2013 fue un año récord en la producción de uva de Jerez. Y aunque se dice que después de un año bueno, se reduce la producción, y pese a que este año ha sido pluviométricamente inferior al pasado, un 30% menos, y la viña depende mucho de lo que llueve, los datos que tenemos hasta ahora es que la cantidad de racimos es similar a la del año pasado, lo cual nos sorprende. Creo que aunque las lluvias hayan sido cortas, nos van a dar bastante cantidad, tal vez algo menos que el año pasado, pero se prevé una buena cosecha y de buena calidad.

—¿Se ha llegado a la deseada situación de equilibrio en las viñas del Marco después de los problemas ocasionados por los excedentes de vino y el arranque de cepas?
—Espero y deseo que el equilibrio actual se mantenga, y es labor de todos que sea así. El que haya excedente de producción fue un problema muy importante en el pasado y esto hay que buscar que no exista. Actualmente tenemos siete mil hectáreas dedicadas a la producción de vino de Jerez y es la situación de equilibrio de oferta y demanda que necesitamos. Depende de la lluvia o sequía producimos más o menos, pero debemos ser optimistas por mantener esta situación adecuadamente para que todo el mundo consiga las cantidades necesarias para seguir con su producción.

—¿Están satisfechos con el respaldo de las administraciones públicas?
—Hay una aportación importante, aunque se ha reducido y es un tema muy importante, ya que de cara a nuestras labores de promoción sería muy importante lograr un incremento de esos fondos y tenerlos asegurados, ya que es lo que garantiza nuestro éxito.

—¿Se está más cerca del objetivo de acercar a los jóvenes al consumo de vinos del Marco de Jerez?
—Sin duda alguna. Cada país tiene una forma de consumir distinta. En España, por ejemplo, están más enfocados a los finos y la manzanilla. En Inglaterra, se dedica a los creams, que copan más del 50%, y esa posibilidad de incrementar las variedades que se consumen, y otras variedades de vino, como los finos viejos, las manzanillas pasada, los finos en rama... Esto está dando interés y curiosidad, y hay que ir incrementando y ofreciendo cosas nuevas a los consumidores para mantener el interés por nuestros vinos.

—Acaba de concluir la nueva edición del recuperado Vinoble, donde dicen que se han dado cita los mejores vinos del mundo, pero ¿qué impacto tiene para el Marco su celebración?
—Hay que tener en cuenta que en Vinoble se dan cita los mejores vinos del mundo, sí, pero se trata de vinos muy específicos, ya que son vinos licorosos, vinos generosos y dulces naturales. Y ésa es su gran particularidad, porque no hay una feria de estas características en el mundo, y naturalmente en este marco nos encontramos con el vino de Jerez, el Sherry, y esto nos ha dado una gran repercusión y esperemos que vaya in crescendo para la próxima edición y contribuya a situarnos en el mundo.

—¿Qué es lo que tiene que aprender el Marco de Jerez  de la promoción que llevan a cabo otras denominaciones de origen vitivinícolas del mundo y con las que han podido tomar contacto esta semana en Vinoble?
—Nuestra labor de promoción desde el Consejo Regulador está acordada con las bodegas y nos dedicamos a temas específicos relacionados con lo que son los vinos de Jerez, cómo se hacen, cómo se deben de consumir, de qué forma, a qué temperatura, en qué copas, qué tipo de maridajes se pueden realizar con las comidas, pero nos hemos dedicado además a educar a otras personas para que puedan hablar en otros países de nuestros propios vinos. En este sentido, creo que siempre se aprenden cosas nuevas y se puede tomar nota de lo que hacen otras denominaciones de origen de otros países del mundo, pero entiendo que hacemos una labor bastante intensa, y bien orientada al respecto. Nuestra promoción fundamentalmente pasa por hacer catas de vino, porque tenemos una complicación añadida, ya que el vino de Jerez es un tipo de vino fortificado, envejecido con sistema de soleras, y hay muchos tipos de vinos: por ejemplo, los generosos, que proceden de una misma uva, la palomino, desde el punto de vista enológico, es algo fantástico. El jerezano, con un mismo tipo de uva, fue capaz de hacer cinco tipos de vinos diferentes, y la única diferencia estriba en la graduación alcohólica en dos grados. Y todo eso precisa de una explicación en las catas.

—Dentro de esa promoción, la gastronomía se ha convertido en una gran aliada... 
—Eso es lo que defendemos. Nosotros que tenemos unos vinos bastante alcohólicos, y hay vinos de mesa en el mundo que se acercan mucho a esta graduación, defendemos que el consumo del vino debe realizarse sobre un estómago lleno. Comer y beber al mismo tiempo es fundamental. Además del hecho de que el vino de Jerez es un vino muy fácil de maridar y que no lo tiene otro tipo de vino del mundo, además para cada tipo de plato y con vinos diferentes cada vez.  

—Este mes de junio, precisamente, apoyan ustedes la ruta provincial de los Imprescindibles del jerez, pero no es el único evento gastronómico con el que están implicados...
—Nuestro objetivo es buscar el maridaje, ya que estamos en una zona con unas tapas magníficas, los bares han hecho una gran labor de creación, maridándolas con nuestros vinos, y es muy curioso ver a través de esta iniciativa el éxito que se puede cosechar con estas iniciativas, como ya ha ocurrido en Sevilla, donde se hizo en primer lugar. La Copa Jerez es otro evento que tiene un éxito y repercusión mediática; de hecho, siento una especial predilección, ya que supone poner de acuerdo a un chef y a un somellier para realizar una comida de tres platos, cada uno maridado con un vino de Jerez distinto y de bodegas distintas. Y ha tenido una repercusión tal que este año hemos decidido ampliar la propuesta a ocho países, con la incorporación de Rusia. Su repercusión es tremenda, ya que los restaurantes participantes, de cada uno de sus países, tienen que centrarse en preparar recetas con vinos de Jerez. Estamos hablando de unos 80 restaurantes, que de cada país llegan tres a la final, de los que hay que seleccionar uno que después vienen a Jerez a participar en la final. Te pones a unir cifras de personas que están pensando en vinos de Jerez y podremos apreciar la notable repercusión que tiene la Copa Jerez, pero sobre todo el hecho de que se tenga presente a los vinos de Jerez en cuestiones de maridaje.

—¿Se están involucrando los restaurantes en la formación de su personal de cara a la promoción de los vinos del Marco?
—Es una labor difícil. Nos preocupa que la labor de docencia que hacemos sobre los vinos de Jerez no llegue a las personas que están en la calle, y debemos hacerlo con personas intermedias que son las que le aconsejarán después en un bar o restaurante. Pero nos preocupa sobre todo cómo se debe de beber el vino de Jerez. Tradicionalmente se tomaba en el clásico catavino jerezano, pero desafortunadamente fue evolucionando a un tamaño más pequeño y para apreciar el vino adecuadamente hay que disponer de un catavino grande o una copa más grande. No entendemos que si alguien pide un vino de Jerez te dan un catavino pequeño y si pides un vino de mesa te lo sirven en una copa grande. Hay cierta discriminación y me da mucha pena. Pero estamos dedicando nuestros cursos hacia ese personal para cambiar esa tendencia.

—¿Cree que en el tema de la exportación de nuestros vinos se ha terminado por tocar techo?
—Hay mucho más mercado. No sólo los tradicionales, sino que hay que incrementar y buscar nuevos mercados. En este sentido, me admira mucho Japón, y el interés que suscitan los vinos de Jerez y los campeonatos de venenciadores. El récord Guiness del bar con más referencias de vinos de Jerez del mundo está en Tokyo. Es llamativo que un sitio como Japón tenga esto, o que vayan a organizar un nuevo evento Guiness de la cita con mayor número de venenciadores al mismo tiempo. Es sin duda uno de los mercados a los hay que abrirse, ya que el consumo no es muy grande, pero con todas estas actuaciones esperamos que se vaya ampliando el interés.

—¿Sigue siendo una tarea ardua el ampliar las ventas de vinos del Marco a nivel nacional?
—Hay una dificultad, ya que somos un país productor de vinos, y la competencia es permanente, además a unos precios increíbles, comparativamente con otros países con mucho consumo. Pero cada vez estamos incrementando el conocimiento del vino de Jerez y apostando por el equivalente a lo que hacemos a nivel internacional, los Sherry Festivals, y de hecho hemos hecho uno recientemente en Madrid con un éxito increíble, a través de un show room en el que participaron todas las bodegas, unido a seminarios de catas y de conocimientos del vino. Teníamos previstos tres seminarios y tuvimos que duplicarlos por el éxito de la convocatoria.

—¿Y usted cree que en la provincia se aprecian nuestros vinos?
—Me gustaría decir que sí, pero hay que pedir un esfuerzo adicional. Tenemos muchos restaurantes haciendo una gastronomía fantástica, y con grandes conocimientos como chefs y como gastrónomos. Tenemos marisco, tenemos atún, carnes, y con ellos se pueden hacer maridajes excelentes, y hay que pedir que se haga un esfuerzo para que los bares y restaurantes apuesten por esos maridajes.

—¿Está influyendo el tema del precio en el consumo o en el propio prestigio de los vinos?
—El tema de los precios es una cosa muy llamativa. Creo que tenemos que revalorizarlos de forma equilibrida, tanto el viñista, que tiene que tener el precio adecuado de su uva, para obtener su beneficio, y consecuentemente las bodegas también deben hacerlo con su precio, para ponerlos en condiciones para con su calidad. No quiero decir que se deban subir los precios, pero hay que revalorizar los vinos en función de su calidad y de su propia imagen. Un vino de Jerez que tiene un envejecimiento muy prolongado, con un sistema de solera que es muy largo y muy especial, sobre todo en el caso de los finos, eso no se corresponde con los precios que se ven en el mercado de ciertos vinos. Si queremos un equilibrio en el sector debe haber precios adecuados, porque desafortunadamente los precios no se mueven mucho y necesitamos que las bodegas sean fuertes para que puedan promocionar sus productos. Si los márgenes son cortos, dedican poco dinero a la promoción y no se vende lo que se tiene que vender. Es la pescadilla que se muerde la cola. 

—¿Confía en que el proyecto del Plan del Viñedo presentado por el Ayuntamiento llegue a su plasmación definitiva?
—Lo cierto es que tengo que agradecer al Ayuntamiento la gran labor en este 2014, porque realmente nos está ayudando permanentemente a los vinos de Jerez, y ésta es una opción que ofreció la alcaldesa para que los caseríos de viñas o cortijos próximos a las viñas pudieran tener la posibilidad de mejorarse. Desafortunadamente, muchas de las casas de viñas, que son muy antiguas y muy importantes, necesitan un mantenimiento adecuado, ya que si no hay nadie viviendo en ellas se deterioran, y hay que darles vida. El ofrecimiento del Ayuntamiento de hacer algo al respecto me parece una idea magnífica, porque les damos vida a las casas de viña, a las zonas de viñas de cara a sus visitas, es una zona única, ya que en cada hectárea hay tres mil vides, y si no llega a ser por estos viñedos, esa tierra albariza que es tan especial apenas serviría para otra cosa. Todo lo que sea mejorar la infraestructura de estos sitios y provocar más turismo en las viñas favorece a los viñistas, a los productores y es importante para Jerez.

—Por último, en unas semanas va a cumplir dos años al frente del Consejo Regulador, ¿qué balance hace de su gestión?
—Estoy muy agradecido de estar en este puesto, con acuerdo de todas las partes. He trabajado muy intensamente en las actividades del Consejo Regulador. Me gustaría estar más contento viendo que las bodegas venden más y que las cifras se incrementan como les corresponde, tanto desde el punto de vista de cantidad como de valor del producto. Es importante que las bodegas y las viñas ganen adecuadamente y sean capaces de mantenerse en favor de un futuro esperanzador, y creo que así va a ser.

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