El pleno del Ayuntamiento de Sevilla, reunido este viernes en sesión ordinaria, ha aprobado definitivamente la nueva ordenanza contra la contaminación acústica, ruidos y vibraciones, con el voto contrario de PSOE e IULV-CA, y el respaldo del Grupo popular, que goza de mayoría absoluta.
El concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez (PP), ha defendido esta nueva regulación que sustituye a la normativa de 2001 por haber quedado "desfasada". Según ha expuesto, la nueva normativa "potencia la prevención" para que las nuevas actividades se ciñan a unos límites de inmisión antes de comenzar a funcionar y potencia "el papel de la Policía Local" en materia de inspecciones y control.
La nueva ordenanza, según el concejal del PP, reduce los límites máximos de inmisión de ruidos en el interior y exterior de los edificios de viviendas y "regula por primera vez el ruido procedente de los veladores", restringiendo las actividades con música a locales que reúnan determinadas condiciones de insonorización o estén ubicadas donde no haya viviendas. "Se trata de un equilibrio entre el derecho al descanso y el desarrollo de las actividades económicas".
PSOE E IU DETECTAN UN "RETROCESO"
Pero para la concejal de IULV-CA Josefa Medrano, la nueva ordenanza implica "un retroceso" respecto a la anterior regulación, porque por ejemplo "el artículo 12 permite actividades ruidosas en edificios con viviendas o en edificios colindantes a las mismas", dejando además "al criterio de la Policía Local la responsabilidad de decidir si una actividad es ruidosa o no".
Desde el PSOE, primero con Encarnación Martínez y después con Juan Espadas, se ha reclamado la retirada completa de la ordenanza, porque se permite como mínimo "la colindancia" entre actividades ruidosas y edificios de viviendas, admite que "un policía local sin aparatos de medición deba decidir si una actividad es o no ruidosa" y permite incluso la autorización de más "veladores" en zonas acústicamente saturadas.
Espadas, en ese sentido, ha señalado el rechazo que las plataformas ciudadanas de defensa del derecho al descanso han mostrado a la nueva regulación y recuerda que la ausencia de un acuerdo laboral con la plantilla de inspectores de medio ambiente ha motivado que los mismos se ciñan a su horario matinal y no acometan mediciones o controles nocturnos. Igualmente, ha acusado al Gobierno local de agudizar el conflicto con la autorización de "12.000 veladores" en los últimos años.
EL PAPEL DE LA POLICÍA LOCAL
Vílchez, de su lado, ha defendido que "es falso que se admitan actividades ruidosas en edificios de viviendas", alegando respecto a las inspecciones nocturnas que "la Policía Local trabaja las 24 horas y cuenta con la unidad de la línea verde" (especializada en la materia). "Esta normativa es mucho más proteccionista", ha enfatizado.
El alcalde, Juan Ignacio Zoido, ha tomado finalmente la palabra para defender que el 40 por ciento de las alegaciones "han sido aceptadas" y que la Policía Local contará "con los medios adecuados" para afrontar este "refuerzo de competencias". "Tras la ordenanza, ahora viene el desarrollo", ha dicho reclamando unidad a la hora de lograr un equilibrio entre el derecho al descanso y el "progreso" económico.
Finalmente, PSOE e IU-CA han votado en contra pero el documento definitivo de la ordenanza ha salido adelante con el voto favorable del PP, que goza de mayoría absoluta. Tras la votación, las veteranas activistas Dolores Dávila y Emilia de la Serna, que presenciaban el debate como público, se han levantado de sus asientos y han reprochado al alcalde la aprobación de esta normativa. "Lease el artículo 12", le han espetado antes de ser desalojadas del salón de plenos por la Policía Local.