La Dirección General de Tráfico (DGT) pone en marcha durante esta semana una campaña de control y vigilancia sobre los vehículos destinados al transporte escolar, un medio que traslada a diario a casi medio millón de alumnos para acudir al colegio y regresar a su casa.
En declaraciones a los medios, el Guardia Civil Fernando Ropero, ha asegurado que "una de las situaciones de mayor riesgo" para los niños es "subir y bajar" del autocar escolar. Y es que aunque el año pasado no hubo ninguna víctima mortal, se quiere seguir intensificando la precaución en los casi 17.000 autobuses que realizan cada día este servicio.
"Está todo perfectamente organizado tanto por los monitores como por los conductores", ha afirmado Ropero quien también ha destacado que se revisará que se cumpla "cualquier condición técnica, la documentación y las normas de circulación". En este sentido, ha recordado que "cumplir los límites de velocidad es indispensable".
Por otro lado, Ropero ha indicado que el principal defecto que encuentran en estas inspecciones es que al conductor "le falte algún documento", aunque ha matizado que no es porque "no lo posea, sino porque no se lleva a bordo".
Además, esta campaña va a prestar especial atención al uso del cinturón de seguridad en los autobuses que lo tienen instalado, que actualmente asciende al 60%. Desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados estos sistemas de retención, ya que es obligatorio que los equipen por fabricación, según recuerda la DGT.
