Esta mañana ha fallecido a los 95 años de edad la cantaora de flamenco Encarnación Marín, ‘La Sallago’, máxima figura del cante sanluqueño.
Las banderas del Ayuntamiento de Sanlúcar ondean a media asta en señal de luto por la cantaora sanluqueña. El alcalde de Sanlúcar, Víctor Mora, en nombre de la Corporación y del pueblo de Sanlúcar, trasladó su pesar por la pérdida de una de las grandes del flamenco. Pésame al que se unió Izquierda Unida, recordando la figura de La Sallago.
El funeral se celebrará este sábado a las 11 de la mañana en la Iglesia de San Francisco.
Trayectoria
Encarnación Marín, La Sallago. Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), 1919. Cantaora. Los inicios en el cante fueron saeteros, pero Encarnación Marín -que tomó el apellido materno como nombre artístico- se desenvuelvió en todos los estilos. El flamenco sirvió a La Sallago, que procede de familia cantaora pero no profesional, para salir de una difícil situación económica familiar sustentada en la pesca. De Sanlúcar pasó a Jerez, bajo el mecenazgo de los Domecq, y de allí a Madrid, donde trabajó varios años junto al también cantaor Rerre de Los Palacios. Uno de sus tocaores habituales fue Isidro Sanlúcar, padre de Manolo Sanlúcar, uno de los artistas con el que participó en’Los últimos de la fiesta’, montaje con el que veteranos del flamenco recorrieron los festivales andaluces de 1985. La carrera de La Sallago estuvo ligada a los espectáculos folclóricos de los años cincuenta y sesenta. De esa etapa sobresale su participación en el elenco ‘Bajo el sol andaluz’ y en los cuadros flamencos de los tablaos Torres Bermejas y Las Brujas.
A pesar de su dilatada trayectoria, no fue hasta 1972 cuando registró su primer disco en solitario. Después de esta grabación, su voz está recogida en recopilaciones como ‘Cultura jonda’ (Fonomusic, 1997), ‘Villancicos andaluces’ (Mercury, 1998), ‘Mujeres de la Bética’ (Universal, 1999); así como en películas de corte folclórico. Entre sus últimas actuaciones en grandes escenarios, destacan su intervención en ‘Venerables’, espectáculo que se representó en el Teatro de la Maestranza de Sevilla y su participación en la III Cumbre Flamenca de Madrid, celebrada en el Teatro Alcalá Palace en 1987.
Su última actuación en Sanlúcar fue durante la celebración del Festival de Música A Orillas del Guadalquivir, el pasado año, en el que se le realizó un homenaje en reconocimiento a su trayectoria, bajo la direccion de Juan Rodríguez Romero y el guitarrista Manuel Alfonseca Lin.
También la vimos sobre el escenario de la Bienal de Flamenco de Sevilla en 2012 junto a la cantaora sanluqueña María Mezcle, una de las jóvenes promesas del flamenco, quien trasladaba a través de las redes sociales su profundo pesar por el fallecimiento de un “estandarte y embajadora de nuestros cantes”.
Sanlúcar le dedicó una plaza y su nombre figura también, junto a otros grandes del flamenco local, en un azulejo situado en la plaza de la Fuente Vieja.
