La cifra de muertos por el ataque ayer a una mezquita chií en Pakistán se eleva a 21 después de que en las últimas horas falleciera uno de los heridos en el atentado, informó hoy una fuente oficial.
"Una víctima de las explosiones de ayer murió debido a las heridas esta mañana por lo que el balance de muertos se eleva a 21", indicó a Efe el ministro de información de la provincia Khyber Pakhtunkhwa, Mushtaq Ghani.
De acuerdo con la fuente, alrededor de 40 personas permanecen ingresadas en diferentes hospitales.
Tres asaltantes entraron el viernes en una mezquita chií en Peshawar, en el noroeste de Pakistán, durante la oración del viernes y lanzaron granadas y dispararon indiscriminadamente contra alrededor de un centenar de fieles allí reunidos.
El principal grupo talibán del país, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), reivindicó el ataque, que se suma a otros realizados por la misma organización en las últimas semanas.
Tras el atentado, el primer ministro de Pakistán, Narwaz Sharif, expresó su dolor y repudio por el atentado, mientras que la comunidad chií declaró tres días de luto al tiempo que exigió la detención de los responsables.
Según el primer informe del atentado, las autoridades policiales señalan como autor del ataque a Aurang-zaib, también conocido como Umar Ameer Naray, del TTP y que se sospecha que está en Afganistán, indicó a Efe el oficial Qasim Khan, de la Policía de Peshawar.
El atentado se produjo apenas dos semanas después de otro asalto a una mezquita chií en el que murieron 55 personas y otro medio centenar resultó herido en el sur de Pakistán.
Los atentados de carácter sectario en Pakistán, en especial contra la minoría chií, que representa un 20 % de la población del país, se han incrementado en los últimos años en medio del recrudecimiento general de la violencia terrorista desde finales de 2012.
Hace dos meses un ataque contra una escuela en la misma ciudad de Peshawar dejó al menos 132 niños muertos, en un atentado que conmocionó al país.
El Gobierno decidió entonces levantar la moratoria que había establecido sobre la aplicación de la pena de muerte y comenzar a ejecutar a los condenados a la misma por terrorismo en el país.
En el comunicado en el que reivindicó ayer el atentado, el TTP indicó que era una venganza por la ejecución de Mohamed Aqeel, insurgente ahorcado el pasado 19 de diciembre por participar en un ataque al cuartel general del Ejército paquistaní en 2009, que costó la vida a 20 personas.
