Si en algo va a tener que sustentarse la salvación del Baloncesto Sevilla de cara a la fase final del campeonato de la Liga Endesa, va a ser sin duda el Palacio de Deportes de San Pablo y el apoyo incondicional de una grada que debe alentar y empujar a todo un equipo en busca de poder disfrutar la próxima temporada; un año más, del mejor baloncesto de Europa.
Con ese espíritu, el conjunto sevillano está afrontando cada uno de sus encuentros en casa, la base de la permanencia a lo largo de las siete jornadas que aún restan por disputarse.
Un triunfo que a priori pudo parecer plácido; si bien no fue sencillo sobre todo en los dos primeros periodos, donde la igualdad entre sevillanos y gallegos, se reflejaba en el luminoso del pabellón.
En el haber de los hispalenses, estuvo la capacidad para dominar completamente toda la situación desde la primera canasta hasta la última y madurando un envite que se acabaría llevando con bastante claridad, tal y como muestra el resultado definitivo.
Kirk Penney (17 puntos), el más entonado del bloque de Luis Casimiro durante el primer cuarto, permitió acumular cierta ventaja en favor del Baloncesto Sevilla sobre su rival, el Obradoiro, que tuvo en Rafa Luz y en Keaton Nankivil (este último convirtiendo 10 puntos en sólo seis minutos); a sus dos mejores jugadores sobre la cancha.
Unas diferencias que no se ampliaron en demasía por el cuadro sevillano hasta el descanso, que se apoyó fundamentalmente en el acierto a canasta de Urtasun y Oriola.
Sin embargo, fue en el tercer cuarto, merced a una falta antideportiva cometida por Kleber, lo que propició el primer arreón serio del equipo de San Pablo, que a partir de ese mismo momento, ya nunca vería peligrar su victoria.
Buenos números en ataque que eran todavía más efectivos al ser compaginados con la dura y firme defensa que el Baloncesto Sevilla tuvo a bien realizar frente a los visitantes; algo que desembocó en la falta de puntería del conjunto de Santiago de Compostela, crucial y de fatal desenlace en favor de los intereses del equipo hispalense.
Fue precisamente en el último y definitivo periodo cuando el CB Sevilla fue conquistando una diferencia mayor si cabe, a raíz de una defensa magnífica que derivaban en contragolpes con velocidad; transformándose en canastas sencillas y por tanto, en puntos fáciles de obtener.
Victoria que podría ser más positiva si esta tarde, La Bruixa d'Or Manresa, que ahora tiene los mismos triunfos que el Baloncesto Sevilla; ocho en total, y que juega hoy en la cancha del FIATC Joventut, pierde y se desplaza hasta el penúltimo lugar de la clasificación que ocupa a esta hora el equipo sevillano.
Los de Casimiro regresarán al parqué de San Pablo nuevamente el próximo sábado, para enfrentarse a un complicado rival como es el Laboral Kutxa, séptimo en la tabla del campeonato doméstico.
Se espera para ello que desde el club se vuelva a hacer un llamamiento a la afición para que se roce el lleno en San Pablo y puedan llevar en volandas al equipo hacia el triunfo.
