El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se mostró hoy "muy decepcionado" por el fracaso de la tregua humanitaria pactada en Yemen y aseguró que la organización continúa manteniendo contactos con todas las partes para tratar de detener la violencia.
La pausa en los combates, que debía observarse desde el viernes, ha sido violada tanto por los rebeldes hutíes como por la coalición árabe que lidera Arabia Saudí.
Ban está "muy decepcionado", según dijo hoy su portavoz, Stéphane Dujarric, en una conferencia de prensa, en la que subrayó que la ONU "continuará reiterando su llamamiento para una pausa humanitaria incondicional".
Pese a que los bombardeos y los combates han continuado durante el fin de semana, Dujarric dijo que las organizaciones humanitarias fueron capaces de suministrar "ayuda vital" a la población, aunque reconoció que la situación de seguridad complica mucho sus operaciones.
Además, el portavoz recordó a todas las partes, tanto de dentro como de fuera de Yemen, que deben cumplir con sus obligaciones bajo la ley humanitaria internacional.
La tregua, que fue gestionada por la ONU, apenas duró un par de horas antes de que se retomasen los bombardeos de la alianza y los combates entre bandos rivales.
Hoy, al menos 21 personas, entre ellas niños y mujeres, murieron y otras 45 resultaron heridas en ataques aéreos de la coalición árabe en un barrio residencial de la capital yemení, Saná, informaron a Efe fuentes de la Policía.
Desde que empezaron los bombardeos a finales de marzo, más de 3.000 personas han muerto en el conflicto del Yemen y un millón han tenido que abandonar sus hogares, según cifras de la ONU.
El pasado mayo, Naciones Unidas ya anunció un supuesto compromiso de todas las partes del conflicto a respetar una tregua humanitaria de cinco días, que entonces tampoco sirvió para abastecer a la población afectada ni poner fin de manera total a los enfrentamientos.
