La canciller alemana, Ángela Merkel, llegó anoche a Brasilia para una visita de unas 24 horas, en la que tendrá dos encuentros con la presidenta Dilma Rousseff, con quien pondrá en marcha un mecanismo de dialogo político bilateral.
Merkel llegó a la capital brasileña acompañada por seis ministros y cinco secretarios de Estado, lo que revela, en opinión de fuentes oficiales, la importancia que le ha dado a su visita.
La canciller alemana y su delegación fueron recibidos por Rousseff para una cena en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial, en la que también estuvieron presentes unos veinte ministros del Gobierno brasileño.
Esta "cena de trabajo", como la definieron fuentes portavoces brasileños, tuvo carácter privado, pero servirá para los primeros contactos entre las mandatarias y sus equipos gubernamentales.
Las conversaciones proseguirán mañana, cuando Rousseff recibirá a Merkel con honores de Estado en el Palacio presidencial de Planalto, donde mantendrán una reunión privada a la que después se sumarán los ministros.
En el marco de la visita de Merkel, ambos países firmarán varios acuerdos de intención dirigidos a establecer una mayor cooperación en las áreas de economía e inversiones, ciencia y tecnología, energías renovables, educación, medioambiente, investigación marítima y puertos, entre otras.
Según fuentes oficiales brasileñas, este encuentro inaugurará un nuevo mecanismo de diálogo político que incluirá visitas bilaterales bianuales, las cuales se espera que redunden en un comercio más dinámico y un aumento de las inversiones mutuas.