Los expertos en contracepción han recordado que no se trata de un método abortivo, porque el mecanismo de acción es la inhibición o retraso de la ovulación, y que en caso de embarazo, nunca lo interrumpe ni causa lesiones ni a la madre ni en el feto. Exponen que la eficacia de este medicamento está comprobada, aunque disminuye según pasa el tiempo –a las 24 horas es del 95% y las 72 horas del 58%–.
La presidenta de la sociedad médica, Esther de la Viuda, ha explicado que se trata de “una segunda oportunidad para evitar una gestión no deseada cuando se ha producido un fallo en el método anticonceptivo habitual o no se ha utilizado ningún método”, y ha lamentado que se haya creado “un debate contaminado ideológicamente y de sentimientos religiosos”, dejando en un segundo plano los aspectos médicos de la contracepción.