Al menos 400 civiles, muchos de ellos familiares de efectivos de las fuerzas del régimen sirio, han sido secuestrados por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la ciudad de Deir el Zur, en el este de Siria.
Según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los yihadistas raptaron a estas personas del barrio de Al Bagaliye y de la zona noroeste de la urbe, donde en la noche del sábado lanzaron un ataque que causó entre 135 y 280 muertos.
Los rehenes fueron trasladados a la periferia occidental de Deir el Zur y a la zona de Maadan, en las afueras de la ciudad de Raqa, el principal feudo del EI en Siria.
La ONG expresó sus temores de que los extremistas ejecuten a los secuestrados, como ya hicieron durante su ofensiva de ayer, con la que controlaron Al Bagaliye.
Las cifras de víctimas mortales de ayer varían entre los 280 fallecidos anunciados por fuentes gubernamentales, y los 135 documentados por el Observatorio.
Según la agencia oficial siria SANA, los terroristas ejecutaron a 280 personas, incluidas varias decenas de niños y mujeres, que en su mayoría eran familiares de soldados destinados en Deir al Zur.
El Observatorio informó de que los yihadistas mataron en Al Bagaliye al menos a 135 personas, entre ellas 50 miembros de las fuerzas armadas y milicias gubernamentales y 85 civiles, que en gran parte fueron ejecutadas extrajudicialmente.
Las fuerzas gubernamentales apenas controlan unos pocos barrios en el norte de Deir el Zur, así como el aeropuerto militar adyacente a la urbe.
El EI proclamó a finales de junio de 2014 un califato en Siria e Irak, donde conquistó zonas del norte y el centro de ambos Estados.
Al mes siguiente, avanzó por la provincia de Deir al Zur, fronteriza con el territorio iraquí, donde se hizo con casi su dominio total. Esta semana se cumplió un año del cerco impuesto por los radicales a los barrios en manos del régimen.