Susana Díaz ha optado por aislarse de los cada vez más insistentes indicios que que aventuran que el acuerdo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para moldear un Gobierno progresista podría estar más cerca de materializarse de lo que aparenta. La presidenta andaluza hizo este jueves oídos sordos a esa posibilidad y reclamó “prudencia” en los augurios, al menos hasta que concluya la ronda de consultas que aún mantiene el Rey con los líderes de los partidos con representación en el Congreso. Para los más aventurados, dejó también el recado que reproduce desde hace semanas: cualquier movimiento debe supeditarse a lo pactado en el convulso Comité Federal del 28 de diciembre.
Aquel día, el de los Santos Inocentes, el socialismo consensuó que no consentirá que su líder sea investido si eso implica ceder en la exigencia del referéndum catalán que reclamaba por entonces Podemos. Ahora que esa prioridad parece haber caído a un segundo plano, el entendimiento está más cercano, algo que abriría las puertas de La Moncloa a Sánchez. Y eso a Susana Díaz, mantenga aún o no aspiraciones de tomar las riendas de Ferraz, quizás no le agrade tanto.
Por si alguien albergaba dudas, la líder andaluza insistió, durante una visita a Gines, en que la “hoja de ruta” inmediata del PSOE la marca “la resolución del Comité Federal”. Asediada por las preguntas sobre si está más cerca el momento de desalojar al PP del Ejecutivo central, idéntico mutismo: “Esperemos, que vamos a tener muchos días por delante, muchas ocasiones para poder valorar aquellos asuntos que nos pongan sobre la mesa”. Ni siquiera las declaraciones 24 horas antes de Teresa Rodríguez, la voz de Podemos en Andalucía, a favor de tender puentes comunes la movió un centímetro de la consigna: paciencia.
Frente a la deriva secesionista y el supuesto peaje que pagaría Sánchez ante Iglesias, Díaz presumió de que su hoja de ruta es “sanidad, educación y protección social”.
De "lo injusto" a "la falta de valentía"
La presidenta del PSOE, Micaela Navarro, cree que “no es justo” que todas las miradas se vuelvan hacia Díaz, quien a su juicio ha aclarado “muchas veces” que “tiene un compromiso con Andalucía”. Mientras tanto, el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, dudó este jueves del “cuajo político” y de la “valentía” de Susana Díaz para “decir lo que piensa” y dar portazo al pacto con Podemos.
