La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha entregado este domingo, San Isidro, patrón de la capital, las Medallas de Oro de la ciudad a Madres contra la Droga, el doctor Diego Figuera, al 'Ángel de Budapest' y a Voluntarios por Madrid, en un acto en el Retiro en el que ha destacado que "la aventura de pensar que se puede modificar el mundo para hacerlo mejor merece muchísimo la pena".
Sus primeras palabras han sido para los exalcaldes --José María Álvarez del Manzano, Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella-- o "antiguos alcaldes", como prefiere Carmena, una presencia que le ha hecho "feliz" dado que los "hitos" que ellos lograron los disfrusta en este momento el Ayuntamiento.
Tampoco ha querido pasar por alto la "posible falta de entendimiento" con la coincidencia de la entrega de medallas con el izado de la bandera en Colón.
El Gobierno municipal lo ha solventado con un reparto de concejales, de modo que la primera teniente de alcalde, Marta Higueras, por ejemplo, ha estado en Colón. Fuentes presentes han confirmado a Europa Press que fue el Ejército, organizador del izado, quien no pudo adelantar el horario de este acto para que no coincidiera con las medallas.
Manuela Carmena ha confesado que tenía consigo un pañuelo porque no descartaba emocionarse en la entrega de medallas al encontrarse ante "personas tan extraordinarias". "Es un premio que sé que no tiene sentido para vosotros porque lo que habéis hecho lo hacéis no por premios sino por la necesidad de hacer lo que debíais", les ha transmitido.
La alcaldesa se ha dirigido a las generaciones más jóvenes para decirles "la aventura de pensar que se puede modificar el mundo para hacerlo mejor merece muchísimo la pena". Esa aventura, en algunas ocasiones, no está exenta de "riesgos incluso físicos" pero aún así, merece la pena.
También ha aprovechado para poner en valor las diferencias, la "capacidad de entender que a veces quien no piensa como uno puede tener una gran oportunidad para desarrollar su alternativa" dado que es esencial "la necesidad de diversidad y confrontación". Sus palabras, junto a una foto con los premiados y otra con los exalcaldes, han terminado con un chocolate con churros para los asistentes.