La coordinadora general del PP de Sevilla, Virginia Pérez, ha asegurado que se siente "traicionada y víctima de la confianza" que había depositado en el presidente provincial popular, Juan Bueno, al entender que éste ha roto la confidencialidad comprometida cuando ella le entregó una carta "personal" en la que expresaba su compromiso de renunciar a sus funciones de Secretaría General en septiembre.
"Para mí, la carta personal que entregué a Juan Bueno que ratificaba parte de un compromiso verbal, queda sin efecto porque estaba sujeta a unas condiciones de confidencialidad que se han roto", afirma Pérez en un escrito remitido a Europa Press. De su lado, insiste en que ella sí ha respetado "de forma escrupulosa" las citadas condiciones, "hasta el punto de no haber sido trasladadas a mi círculo más cercano y familiar, que otros han incumplido".
Sin embargo, mantiene su compromiso de puesta a disposición ante el comité ejecutivo y la junta directiva provincial del partido de sus responsabilidades como secretaria general, competencia que sigue ejerciendo, "después del diálogo y acuerdo al que nos habíamos emplazado".
Según relata, en la reunión mantenida el día 13 de julio, Bueno y la también portavoz del PP en la Diputación sevillana se comprometieron verbalmente a que durante julio y agosto se sucederían los debates y acuerdos necesarios para una reestructuración de los órganos directivos del partido. De igual modo, Pérez renunciaría al ejercicio de sus funciones delegadas, "en beneficio de la unidad", poniéndose esta circunstancia en conocimiento del partido en la primera junta directiva a celebrar en septiembre.
Pese a dicho acuerdo, Pérez indica que Bueno le pidió "personalmente que le diera una carta confidencial exclusivamente para su uso personal en la que se expresara este compromiso". "Entendí que podía fiarme de la palabra y la caballerosidad de Juan Bueno. Obviamente me equivoqué al confiar en él".
LA "INCONVENIENCIA" DEL COMITÉ
Esa reunión se produjo después de la convocatoria urgente y extraordinaria de un comité ejecutivo, impulsado por Bueno, al que Pérez le expresó "reiteradamente su inconveniencia" al entender que eso provocaría "una división muy lesiva" en momentos en que todos los populares "deben concentrar los esfuerzos, más que nunca, para que prospere la gobernabilidad de España y para que Mariano Rajoy, ganador de las elecciones, sea el presidente del Gobierno".
Por ello, incide en que compartió "al cien por cien" la decisión de suspender el comité ejecutivo para abrir una "intensa vía de diálogo" y para que a principios de septiembre se presentara, "todos unidos", unas líneas de trabajo que llevaran hasta el congreso provincial, "donde es legítimo que cada militante exprese su opción sobre la futura renovación del Partido".
"Numerosísimos alcaldes, concejales, militantes y miembros del comité ejecutivo se sintieron aliviados ante el aplazamiento del comité", añade, tras subrayar que reiteradamente ha trasladado a la dirección provincial, regional y nacional del partido que sus funciones estaban a disposición de la formación política y "que lo siguen estando" ante el comité ejecutivo y la junta directiva provincial.
PARTIDARIA DEL "DIÁLOGO"
En este marco, Pérez ha querido recordar las responsabilidades que se le han confiado desde sus comienzos en Nuevas Generaciones (NNGG), ante lo que se ha mostrado "enormemente agradecida", mencionando igualmente su "máxima dedicación" en las tareas que se le han encomendado en los Ayuntamientos de La Rinconada y Gines, además de en la Diputación de Sevilla y en el propio partido.
"Siempre he sido, soy y seré partidaria del diálogo dentro del partido para superar cualquier tipo de diferencia, porque parto de que nuestras discrepancias serán siempre menores en comparación con los principios y convicciones que nos unen", concluye.
