El concejal de Desarrollo Económico, Conrado Rodríguez, y la concejala de Planificación y Gestión Urbana, Claudia Márquez, comenzaron este lunes un calendario de reuniones consecutivas para avanzar en la planificación de la primera fase de la remodelación del Mercado Central de Abastos.
El primero de los contactos se produjo con los responsables de los puestos de pescadería, el segundo con el grupo de detallistas que se trasladarán a otros puestos para realojar a los pescaderos y así poder acometer el inicio de las obras, y la tercera reunión con la junta directiva de la Asociación de Detallistas del Mercado Central, con quienes se abordaron tanto los asuntos anteriores como las actuaciones contempladas por el Ayuntamiento a lo largo de las dos fases previstas y que transformarán la plaza isleña en un emplazamiento moderno similar a los mercados actuales de otras ciudades en los que, a la oferta de género se suman otros atractivos como rincones gastronómicos o de ocio.
El objetivo del equipo de gobierno es terminar de perfilar lo que desde hace meses llevan estudiando todas las partes de manera consensuada para poder así acometer el inicio de unas obras que en su primera fase están presupuestadas en 242.000 euros “y que están ya consignados para emplearlos en este cometido de forma inmediata”, apunta Conrado Rodríguez.
Los detallistas de la zona de la pescadería manifestaron su disposición al traslado previsto a la nave central, concretamente en una zona donde se concentrarían en unos puestos de los cuales varios están actualmente ocupados y cuyos responsables se realojarán escasos metros más hacia la zona central de la plaza, ya que la pescadería quedará ubicada más próxima a la entrada principal en la calle Calderón de la Barca.
El objetivo se centra no solo en tener reunidos en un mismo emplazamiento a los pescaderos, sino también en concentrar al resto de los detallistas en el resto de puestos eliminando así el efecto negativo provocado por los establecimientos que se encuentran cerrados.
Ya en la reunión con la asociación de detallistas, además de tratar esta reordenación, se acordaron llevar a cabo intervenciones a corto plazo que tengan como objetivo mejorar las instalaciones, entre ellas resanado y tratamiento de algunas zonas afectadas por el tiempo. Además, se pusieron sobre la mesa las primeras ideas sobre la celebración de las próximas fiestas en la ciudad en las que los detallistas tienen un especial protagonismo, como son las de Tosantos, Halloween y la campaña de Navidad.
Desde el equipo de gobierno se confía en que la primera fase se inicie en un breve plazo de tiempo, por lo que coincide con los detallistas en organizar los eventos relacionados con estas celebraciones causando el menor impacto posible que puedan generar las obras del traslado y de la actual zona de pescadería, todo ello en la primera fase, que también recoge la apertura de espacios diáfanos en el lateral de la calle Hermanos Laulhé para permitir más luminosidad y la permeabilidad entre la plaza y la calle, así como facilitar el tránsito por el mercado, con la futura inclusión de un rincón gastronómico, la mejora estética y uniforme de todas las barajas y rótulos nominativos de cada puesto en una fase posterior.
Conrado Rodríguez explica que hasta que no se ultimen todos los detalles relativos a los traslados no pueden comenzar las obras. “Queremos hacer el proyecto de forma consensuada, y que el mercado continúe abierto durante los trabajos, que supondrán numerosas intervenciones en canalizaciones, estructuras, etc. por lo que hay que planificarlo en todos los detalles para comenzar.
El Mercado Central está directamente vinculado a los proyectos de transformación de la ciudad, en su mejora estética y en su desarrollo económico, y avanzará paralelamente al de la rehabilitación del Ayuntamiento, mejorando por tanto el corazón de la ciudad una vez que ambos queden culminados”.